Con el último recorte de puestos de trabajo, que será completado en los próximos doce meses, el segundo fabricante mundial de telefonía móvil sumará en este año 48.400 bajas, cifra en la que se incluyen los trasladados a otras compañías y que tan sólo es un tercio menor de los 150.000 empleados que tenía la compañía en agosto de 2000.
No obstante, la compañía anunció que a pesar de que espera que las ventas desciendan entre un 5 y un 10 por ciento, sus beneficios el próximo año estarán en línea con las estimaciones de los analistas de 15 centavos por acción, de acuerdo con Thomson Financial/First Call.
Motorola ha sido la última firma de equipamiento para telecomunicaciones en ser golpeada por el prolongado descenso del gasto de capital por parte de las operadoras, además de la desaceleración de la demanda. Esto ha llevado a que la mayoría de las compañías recorten puestos de trabajo y reduzcan sus previsiones financieras.
Sin embargo, Motorola reconoció que espera beneficios en 2002 por reducción de costes, recortes de empleo y una mejora del margen de beneficios en su negocio de telefonía móvil. Asimismo, la compañía está considerando el cierre de alguna de sus plantas de producción en su unidad de semiconductores, la cual sostiene pérdidas, aunque no ha ofrecido detalles de esto.
Por su parte, los analistas han pedido a la compañía que venda o escinda su negocio de semiconductores, un movimiento al que se ha resistido a llevar a cabo por ahora.
Desde la compañía se afirma que los despidos y el cierre de plantas le ahorrarán cerca de 865 millones en 2002 y cerca de 1.100 millones de dólares un año después.
Motorola espera reportar las pérdidas del cuarto trimestre en enero. Las pérdidas netas ya suman los 2.600 millones de dólares en los tres primeros trimestres de este año.
