Con la vista puesta en optimizar la gestión administrativa y de facturación, las compañías optan cada vez más por la factura electrónica- una herramienta de gestión que está ya revolucionando los procedimientos administrativos de nuestras empresas, y que desde febrero de 2003 goza de pleno reconocimiento legal por parte de la Dirección General de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, y por parte también de la Unión Europea- en detrimento del papel.
Esto es al menos lo que pone de relevancia la AECOC (Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores), desde donde se afirma que el número de facturas electrónicas emitidas en España se ha duplicado en el último año (mayo 2004- mayo 2005). Así, según la asociación, el número de e-facturas transmitidas mensualmente ya supera los 2 millones y este porcentaje crece un 5 por ciento mensual (aproximadamente 100.000 facturas).
Dentro de esta tendencia, destaca como en lo que va de año 800 nuevas empresas han dejado de archivar sus facturas en papel, y en la actualidad ya son 3.900 firmas del sector de gran consumo las que han optado por este método digital. También destaca como el 90 por ciento de la facturación electrónica desarrollada en España responde al estándar implantado por la AECOC.
Entre las últimas compañías en incorporarse a este sistema se encuentran Media Mark, Bimbo, Philip Morris, Bridgestone Firestone Hispania, Tech Data España y Haribo, entre otras. En este sentido, Alejandro Sánchez, director de comercio electrónico de AECOC, prevé que “el año se cerrará con un total de 5.000 usuarios, según indican las cifras de evolución de intercambio de este tipo de ~facturas”.
En un momento en el que el Gobierno ha anunciado que estudia incentivar fiscalmente a las empresas que implanten la e-factura en sus procesos administrativos, la utilización, cada vez más común, de este tipo de documentos, ya es entendida como una forma de ahorro de costes.
Así, según la AECOC, la reducción de coste estimada por factura es de 0,6 euros para un emisor y de 1,74 euros para un receptor, por lo que las empresas que facturan digitalmente ahorran casi 5 millones de euros al mes, o lo que es lo mismo, 60 millones de euros al año en la gestión y tratamiento de la facturas.
Además del ahorro, otra de las ventajas de la e-factura es la reducción del tiempo que exige la facturación tradicional, recuperación de facturas de forma automática y rápida, o mayor productividad del departamento de administración, son algunas de ellas.
La utilización de factura digital y en general del intercambio electrónico de documentos, como pedidos, albaranes, etc.- no es algo sólo al alcance de las grandes empresas. Según manifiesta Alejandro Sánchez, son muchas las pymes españolas que están incorporando la e-factura a sus procesos administrativos, incluso microempresas, utilizando para ello las posibilidades que ofrece Internet.
