El ministerio de la Presidencia ha firmado un acuerdo con el Boletín Oficial del Estado (BOE) y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre que permitirá que las disposiciones recogidas en la publicación cuenten con firma electrónica que garantice su veracidad. La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre será el organismo encargado de prestar tanto el sistema como los servicios (técnicos, administrativos y de seguridad) necesarios para hacer posible el proyecto.
El acuerdo, que entrará en vigor el próximo 1 de enero, permitirá garantizar la seguridad, validez y eficacia de las comunicaciones realizadas de forma electrónica necesarias para la ordenación y el control de las disposiciones que aparezcan en el BOE. Además, mediante el envío electrónico de estos documentos se evitará la circulación del soporte en papel y el tecleado de los textos.
De esta forma, según señaló Juan José Lucas, ministro de la Presidencia, el objetivo es introducir la firma electrónica -hasta ahora utilizada en las relaciones entre la Administración y los ciudadanos, como es el caso de la declaración de la renta por Internet- en las relaciones entre los distintos órganos de la administración estatal inaugurando un procedimiento completamente electrónico que garantiza los principios de confidencialidad, identidad del texto a publicar y originalidad del mismo.
El presupuesto de la iniciativa, que tiene un plazo de duración de tres años -si bien prorrogable por períodos anuales-, asciende a 37,8 millones de pesetas (222.182 euros) distribuidos en tres anualidades.
El sistema previsto contempla que los responsables con capacidad para ordenar la publicación de las disposiciones en el BOE contarán con una tarjeta que introducirán en el ordenador que, asociada a un código conocido únicamente por esta persona, les permitirá firma de forma electrónica la disposición, además de encriptarla y enviarla al Secretariado de Gobierno, a través de la red que disponen estos organismos, para su posterior publicación.
Hasta ahora, el envío de las disposiciones se realizaba utilizando el papel como soporte, de forma que debía contener una firma autógrafa del funcionario habilitado para ordenar su posterio publicación en el BOE.
La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre se encarga de ejecutar el proyecto de certificación electrónica (CERES), que pretende fomentar las comunicaciones electrónicas entre los ciudadanos y la administración a través de la firma digital, garantizando la integridad del documento firmado, además de su envío y recepción.