Si hay un gran protagonista, con brillo propio, dentro del lustro considerado, es precisamente el conjunto de los Servicios de las TI, ya que acapara los mayores incrementos anuales y, consecuentemente, su participación en el total de la facturación de las mismas en España es cada vez más notoria, hasta situarse en segundo lugar, tras el omnipotente hardware.
En concreto, en el año 2000 los Servicios de Tecnologías de la Información supusieron un notable 28,4 por ciento del total de la facturación de las TIC en España, previéndose que para el año 2001 la participación ascienda hasta un 30,5 por ciento del total.
El crecimiento de los Servicios de TI está asegurado, pues como vimos en al capítulo del Software, la instalación de los sistemas ERP en la empresa requiere un gran porcentaje adicional de venta de servicios, pero es que en el caso de CRM, de amplio crecimiento en España para los años venideros, la proporción de venta de servicios respecto al software es de casi el doble, concretamente de 1,8 a 1, lo que nos da una clara idea de las perspectivas que aún tienen por delante las ventas de Servicios de Tecnologías de la Información en nuestro país.
Las TIC están ampliamente arraigadas en el entorno empresarial, y las modernas capacidades en la web ha hecho que las pymes hayan tomado también el camino de la rentabilización de sus negocios a través de las posibilidades que les aporta Internet para competir en condiciones de mayor paridad con las empresas mayores.
Antes, solamente la grandes empresas, con suficientes recursos y la colaboración de un potente canal de distribución podían acceder a una gran cantidad de clientes.
Ahora una pyme puede poner sus productos o servicios en la web, con las posibilidades de acercamiento a una gran cantidad potencial de usuarios, por unos costes infinitamente menores que los que se requieren para establecer una red comercial distribuida de tipo convencional.
Todo ello mueva a las empresas a la adquisición de nuevas aplicaciones que les permitan poner en marcha los procedimientos anteriormente descritos, lo que requiere de software y de la cantidad aneja de servicios mencionados.
Hay empresas, grandes o pequeñas, a las cuales la actualización y puesta al día les llega a suponer un desembolso constante y prohibitivo que, en otras épocas les hubiera obligado a no poder ponerse a la altura de la competitividad de vanguardia. Hoy en día, el Outsourcing ha resuelto gran parte de ese problema, ya que las empresas pueden externalizar sus Tecnologías de la Información, convirtiéndolas en la contratación de un servicio con una empresa cualificada exterior, que les presta todos los servicios derivados de las modernas TI, sin los inconvenientes de tener que estar pendientes de las últimas tecnologías y sin realizar inversiones adicionales de forma periódica.
Una buena empresa de Outsourcing se encarga de poner al día los sistemas más adecuados para cada tipo de empresa, de acuerdo con el estado actual de las tecnologías aplicadas al sector de actividad de la empresa correspondiente, y todo ello supone para la empresa arrendataria el pago de una cuota periódica, que además tiene un importante tratamiento fiscal.
La buena salud en el empleo del sector de las TI viene en buena medida por los Servicios, que tienen precisamente esa característica de consumo de personas. Personas en las que, por otra parte, la especialización y puesta al día es constante, dado el avance continuo tanto de la tecnología como de las aplicaciones capaces de sacar el máximo partido a la misma.
