La votación electrónica puede ser una realidad de la mano de Indra

Indra desarrolla un sistema de urna electrónica que automatiza los procesos electorales y representa un paso importante para hacer realidad las elecciones electrónicas, garantizando a la vez el cumplimiento de la legislación electoral vigente.

Publicado el 04 Abr 2001

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En un momento en el que se camina hacia la sociedad de la información y se promueven medidas que encaucen a los ciudadanos en esa dirección, las elecciones electrónicas, como primer paso hacia las votaciones a través de Internet, podrían ser una realidad en nuestro país si los organismos gubernamentales correspondientes deciden adoptar el modelo de urna electrónica desarrollado por Indra y que supondría un ejemplo claro de cómo las tecnologías contribuyen significativamente a mejorar los procesos y a llevar a la sociedad al siglo XXI.

La urna electrónica, según Juan Navarro, Director de Procesos Electorales de Indra, el desarrollo se ha concebido para automatizar el escrutinio electoral sin tener que cambiar la ley electoral. Aunque puede avanzarse hasta donde se quiera, el punto de partida se ha hecho con la idea de respetar la legislación vigente.

Además, representa un primer peldaño en el camino hacia las elecciones por Internet, sobre las cuales los expertos calculan que no serán una realidad hasta dentro de seis a diez años.

La urna electrónica incide directamente en el proceso de escrutinio provisional resumiéndolo simplemente a pulsar un botón.

Actualmente las fases de una votación actual son, por parte del votante, la elección de las papeletas, la elección del voto en la cabina correspondiente, la entrega del sobre al presidente de la mesa electoral y la introducción del sobre en la urna, tras los controles de identidad pertinentes.

Finalizada la votación, votan los componentes de cada mesa, se vacía la urna y se recuentan de forma manual la papeletas, tras lo cual se procede a la fase de recuento provisional; a partir del acta de cada mesa se rellena un boletín que se entrega a un representante de la Administración, el cual realiza una llamada telefónica a los centros donde se digitaliza la información, y a partir de ahí se transmite a los centros de totalización. Son, al final, cuatro procesos de intervención humana en los que pueden producirse errores de transcripción o interpretación de los datos.
Con la urna electrónica, la fase de votación no cambia. La única variación es que la introducción de los sobres con los votos se realiza a través de la boca del escáner que equipa la urna. En la fase de recuento, simplemente pulsando un botón, el número de papeletas y el escrutinio de las mismas son transmitidos vía modem, codificados y convenientemente securizados, al centro de totalización; simultáneamente se imprime un boletín, el boletín mismo que en la forma tradicional se copia del acta.

Con ello todo el proceso del recuento provisional está realizado. El recuento definitivo, que es el que tiene validez según la ley electoral actual, sería igual, se vacía la urna, se recuentan las papeletas y se confecciona el acta final.

La máquina trabaja en tiempo real, es decir, conforme va leyendo, va anotando el número de votantes y los resultados de las papeletas. Todo ello además manteniendo el más estricto secreto del voto, ya que el escanear de la urna electrónica lee a través del sobre cerrado.

Para Juan Navarro, el sistema propuesto por Indra es viable, ya que no cambia el proceso de votación ni el escrutinio, y respeta la ley porque garantiza la identificación perfecta y unívoca del elector, la libertad del voto, el secreto y la exactitud o veracidad de la votación. Es decir, respeta los cuatro pilares de lo que es la Ley.
Por lo que respecta al dispositivo en sí, se trata de un sistema de lectura electrónica de papeletas en sobre que consta de dos partes diferenciadas, por un lado, el software que permite definir un proceso electoral en cuanto a los ámbitos geográficos, candidaturas o candidatos presentados, diseño de papeletas, etc. y por otro, la máquina de votación propiamente dicha, compuesta por un conjunto fijo de elementos hardware y su software asociado para realizar 4el control de los mismos.

El software de definición electoral permite crear una base de datos electoral a partir de la cual se graba una tarjeta de memoria de tipo PCMCIA con la información correspondiente a una máquina concreta, que es diferente para cada urna. Esta tarjeta se introduce en la urna electrónica y al conectarla quedan almacenados en ella sus datos electorales, con lo que se garantiza que esa máquina, esa urna, sólo puede dar servicio a la mesa electoral a la que esté asignada.

El sistema de la urna electrónica trabaja en dos modos. El de administración, que solo está disponible para un operador o representante de la administración y que permite realizar las teras de mantenimiento, impresión de boletines, transmisión de resultados o todas aquellas actividades que no son propias del acto concreto de votación.

La otra modalidad es la de votación y con ella activada la máquina realiza las tareas propias de recuento y emisión de votos. Este modo de operación está disponible solo para los electores.

Ambas modalidades están separadas y securizadas de tal forma que no puedan manipularse los procesos.

El desarrollo de Indra, que ya ha sido presentado a diferentes instituciones y organismos del Estado, se apoya en la larga experiencia de la compañía en procesos electorales. Son 22 años, casi 6.000 meses/hombre de elecciones tanto en nuestro país como en otros países Iberoamericanos los que avalan esta solución cuyo coste directo en investigación y desarrollo ha sido, hasta el momento, de 150 millones de pesetas.
El elemento clave de la urna electrónica es el escáner que lee las papeletas dentro de los sobres y en el mismo momento en que son introducidas en la urna. Cada candidatura o candidato es reconocido unívocamente por el escáner. El sistema irá acumulando los votos de cada candidatura o candidato presentado por tipo de elección.

Cuenta con un visor para facilitar la comunicación con los electores durante el proceso de votación, y con los operadores de mantenimiento de la máquina.

A través de un teclado se realiza el control de las distintas funciones del sistema.

Un dispositivo de almacenamiento de memoria mediante tarjetas tipo PCMCIA para las tareas de programación y actualización de los datos electorales y almacenamiento de resultados.

Modem interno para permitir la transmisión de resultados mediante red telefónica conmutada con un ordenador central que podría realizar las funciones de acumulación de los datos recibidos por las distintas máquinas.

Puerto de comunicación tipo paralelo para conexión de impresora externa (impresión de boletines de resultados).

Fuente de alimentación interna para dar servicio a los distintos componentes del sistema, que además cuenta con baterías que garantizan su funcionamiento durante doce horas sin alimentación externa.

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Redacción Computing

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