A finales de 2003, Banco Sabadell lanzó una Oferta Pública de Acciones (OPA) por el cien por cien del capital de Banco Atlántico, operación que se hizo efectiva en marzo de este año. A partir de ese momento, Banco Sabadell asumió un reto de integración de negocios y tecnologías que ha concentrado buena parte de los recursos de la entidad durante el presente ejercicio y que ha supuesto un importante esfuerzo económico, con un gasto cercano a 12,5 millones de euros, y humano para culminar el proyecto de integración en menos de 9 meses, afectando lo menos posible al proceso de transformación tecnológica establecido en el propio plan de sistemas de Banco Sabadell.
Tras la toma de control, el objetivo prioritario establecido por la dirección general de Banco Sabadell fue iniciar el ejercicio económico 2005 con la eficacia de una entidad plenamente integrada.
Sin embargo, a las complicaciones propias de un proyecto de esta magnitud, la integración de Banco Atlántico añadía una serie de dificultades que se afrontaban por primera vez y que podían comprometer el éxito del proyecto, debido fundamentalmente a que la volumetría y número de aplicaciones y productos era, en este caso, sensiblemente superior a las tratadas en las integraciones anteriores.
Otra de las complicaciones más significativas se derivaba del tiempo disponible para ejecutar el proyecto, un periodo que, según Miguel Montes, director general adjunto y máximo responsable de las Tecnologías de la Información y Comunicación en Banco Sabadell, venía condicionado por dos grandes objetivos: “que la entropía generada por un proyecto de esta envergadura se alargase lo menos posible y que, en cualquier caso, no invadiese el ejercicio económico 2005. Para cubrir ambos objetivos prioritarios, y una vez establecida la estrategia Big-Bang para el proyecto, las únicas fechas disponibles para culminarlo coincidían en el 6 de diciembre pasado. Con esto en mente, el proyecto se ha convertido en una carrera contra el reloj, pero hacia atrás, es decir, todas las etapas del proyecto se han establecido para que el día seis de diciembre se escribiese su epílogo definitivo”.
Por otra parte, el proyecto de integración incluye también la unificación de las redes comerciales de ambas entidades financieras bajo la nueva marca de SabadellAtlántico, lo que sin duda ha tenido importantes dificultades, por el gran impacto del proceso “en todos los canales de distribución del banco, como son las redes de oficinas, cajeros, así como los sistemas Internet y de centros de contacto”.
Banco Sabadell ha sabido sortear todos los obstáculos que ha encontrado en el camino, llevando a la práctica una metodología de diseño propio que ha permitido cumplir escrupulosamente las etapas marcadas y asegurar que la integración tecnológica y operativa de Banco Atlántico fuese una realidad tan solo nueves meses después de iniciarse.
Otra ventaja ha sido la aplicación de un modelo de implantación Big-Bang, que ha supuesto un único cambio, en lugar de una evolución gradual. Un esquema de actuación que, en palabras del director general adjunto, “es más eficiente en costes y tiene un mayor valor, dado que reduce el periodo de invasión en el resto de los proyectos en marcha. Por otra parte, nos permite beneficiamos de experiencias acumuladas en proyectos anteriores y, por lo tanto, de una gestión de conocimiento puesta ya en práctica y muy valiosa”.
Además, el proyecto de integración ha seguido un modelo de “cut & paste” (cortar y pegar) basado en la adopción de los sistemas de Banco Sabadell, lo que comporta un compromiso entre la excelencia y la rapidez, ya que “pararse a seleccionar las mejores prácticas no es más que un entretenimiento sin ninguna lógica económica dentro de un periodo de integración. En algunos casos, había soluciones de Banco Atlántico que podían ser superiores a las de Banco Sabadell, pero siempre hemos elegido nuestra plataforma para no distraernos del objetivo final”.
Por supuesto, el proyecto ha gozado de una amplia implicación de los equipos tecnológicos de ambas organizaciones, sumando en todo momento la experiencia de cada uno de ellos: “por ejemplo, el proyecto unifica dos plataformas host soportadas en equipos IBM donde el CPD del Atlántico tiene una enorme experiencia acumulada durante años, mientras que Banco Sabadell lleva trabajando con IBM desde hace menos tiempo. En este caso, el proyecto ha sabido aprovechar el conocimiento de los profesionales del Atlántico en estas plataformas”.
Todo esto no hubiera sido posible sin la formación necesaria, un aspecto especialmente cuidado a lo largo del proyecto. Todo el proceso de formación sobre los sistemas transaccionales se realizó durante el verano, de tal forma que en el momento del cambio de sistema, los profesionales de Banco Atlántico dominaban los procesos de trabajo de las aplicaciones.
En cuanto a la gestión operativa del proyecto, Banco Sabadell ha seguido unas pautas que, según Montes, han sido claves para entender su desarrollo y que se han centrado en los siguientes aspectos: “un estricto seguimiento por parte de la dirección general, a través de la Oficina de Proyecto establecida en colaboración con la consultora Roland Berger. La transparencia de la información, para lo que se creó en la intranet corporativa una agrupación destinada a contener toda la documentación generada por el proyecto y accesible a todos los empelados. El seguimiento continuo y personalizado de todos los aspectos y equipos involucrados y, por último, la asignación clara de responsabilidades, evitando redundancias en las tareas en pro de una mayor eficacia”.
Con la conclusión del proyecto, el Grupo Banco Sabadell refuerza su posición como cuarta entidad financiera nacional, consolida su presencia tanto en España como en el extranjero y potencia su base de clientes, culminando así el plan estratégico 2002-2004 de la entidad, denominado “Crecimiento y consolidación”.