La filial española del Grupo Fujitsu, Fujitsu ICL, ha convocado a medios y clientes con motivo de la celebración de la producción del cajero automático número 20.000 en su fábrica de Málaga, especializada principalmente en actividades de soporte y mantenimiento de plataformas de autoservicio financiero.
Con una superficie que supera los 21.000 metros cuadrados, la fábrica malagueña comenzó su actividad en 1977 y se ocupa de todo el proceso de producción de cajeros, a los que añade un software específico en función de los requerimientos de cada cliente, entre los que destacan el Banco Popular, La Caixa, Caja España o Caja Madrid, a nivel nacional y los mercados de China, EE.UU o Sudáfrica a nivel internacional. Esta división de negocio de terminales bancarias representa el 50 por ciento de la producción total de la fábrica, lo que traducido a cifras, supone un total de unos 500 cajeros al mes. En este sentido, la compañía prevé que su producción para el presente ejercicio, que se cierra en marzo de 2002, ronde las 2.500 unidades.
Por otro lado, y en relación con la adaptación de los terminales a la nueva moneda, Amador Martín, director de marketing y soporte en España, señala que llevamos mucho tiempo trabajando para adaptar los cajeros al euro, además, nos hemos comprometido a ofrecer mantenimiento a todas aquellas entidades que lo deseen para llevar a cabo su actualización. Esta actividad nos supondrá unos costes de unos 230 millones de pesetas, aunque desde Fujitsu ICL no lo vemos como un gasto en si, sino que para nosotros esto es un negocio, ya que es un nuevo servicio que ofrecemos a nuestros clientes.
Con una facturación a escala mundial de 8,5 billones de pesetas en el pasado ejercicio, la filial en España obtuvo unos ingresos de 43.000 millones de pesetas, de los cuales 11.760 corresponden al valor anual de producción de la fábrica, valor que para éste año se espera se sitúe en los 12.500 millones de la misma moneda, según Martín.
