Si hace unas semanas poníamos de relieve la conflictiva situación por la que atraviesa Rambus debido a sus pleitos en temas de patentes de memorias, en esta ocasión sorprende el corto período de vida -seis u ocho meses- que le barrunta la consultora independiente Gartner Group. El motivo de tan cruda afirmación para Rambus es que la compañía, según Gartner, se ha centrado fundamentalmente en desarrollos para las estaciones de trabajo, descuidando el área de los PCs. A ello hay que unir el elevado coste que implica su memoria SDRAM frente a la alternativa DDR, de la que AMD desveló detalles en la pasada edición de SIMO 2000 para sus procesadores Athlon. Otros inconvenientes son los problemas técnicos detectados en algunas de las placas madre que Intel suministró a principios de año y que incorporaban memorias Rambus. El tiempo dará o quitará razón a la consultora mientras más de un fabricante de memorias desea fervientemente la desaparición de Rambus.
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