La onda hertziana como alternativa en las comunicaciones

Las comunicaciones comerciales radiadas disponen de un conjunto de ventajas, tanto genéricas como específicas, que las hacen idóneas para determinados sectores.

Publicado el 06 Jun 2001

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Las Radiocomunicaciones Comerciales o PMR constituyen un sistema de comunicación que permite el envío a distancia de las señales entre distintos usuarios (tanto estáticos como en movimiento) a través de las ondas hertzianas utilizando o no elementos de repetición. Las señales son así vehiculadas, empleando exclusivamente el espectro radioeléctrico como soporte físico, y sin que entre en juego ninguna clase de infraestructura de cableado, con todas las ventajas operativas que esto conlleva en determinadas circunstancias.

De esta forma y entre los usuarios más habituales de esta tecnología se encuentran las fuerzas de seguridad, servicios de atención ciudadana (bomberos, ambulancias…) utilities (compañías de agua, electricidad y gas), medios de comunicación, empresas logísticas de transporte o compañías del sector distribución, entre otras.

Significativamente, todos estos clientes poseen un marcado perfil profesional, lo que conlleva un grado de exigencia más elevado del habitual. Este aspecto, que en muchas ocasiones constituye el mejor aval de la radio comercial, se contrapone con la escasa valoración que en ocasiones se hace de esta tecnología, no ya por sus funcionalidades (puesto que sí existe consenso sobre el elevado grado de sofisticación de la tecnología en cuestión), sino esencialmente debido a una comparación reduccionista con respecto a otros sistemas de comunicaciones, como pueden ser la telefonía móvil o cualquier infraestructura de cableado.

Aunque, atendiendo estrictamente a este último criterio, hay quien piensa que las radiocomunicaciones comerciales son un sistema en decadencia y con peligro de extinción, la realidad nos muestra que disponen de un conjunto de ventajas, tanto genéricas como específicas, que las hacen especialmente idóneas para determinados sectores, además de ofrecer posibilidades que hoy por hoy no pueden encontrarse en otro tipo de sistemas.
Se pueden citar cuatro ventajas principales de carácter genérico que es capaz de aportar la infraestructura PMR solución a medida con tecnología estándar; fiabilidad; tecnología probada, además de un coste económico y competitivo.

A diferencia de la homogeneidad granítica de otros sistemas, las PMR constituyen una solución flexible, que se adecúa a las necesidades específicas de cada cliente, adoptando en muchas ocasiones la forma de proyecto llave en mano. Ahora bien, tal característica no presupone en absoluto el empleo de equipos basados en tecnología propietaria. Muy al contrario, los equipos incluidos en este tipo de sistemas pueden estar fundamentados en tecnología estándar, lo que permite su más fácil aplicación y reduce los costes inherentes a su implantación. No existe, por tanto, dependencia tecnológica o estratégica, un aspecto muy valorado por el cliente final.

En segundo término, nos encontramos con la completa fiabilidad de la tecnología, muy por encima de la de cualquier otro sistema competidor. Se trata de un elemento lógico ante el elevado perfil del cliente tipo al que antes nos referíamos. El concepto de fiabilidad lo entendemos en el doble sentido de inmunidad ante desastres naturales (lo que impide que el sistema se sature y quede inoperativo) y de seguridad y protección ante posibles intentos de intrusión por parte de terceras personas no autorizadas (dada su capacidad para soportar diferentes elementos de secrafonía basados en los más sofisticados algoritmos de encriptación de datos).

En tercer lugar, se trata de una una tecnología muy probada. El elevado nivel de contraste de las PMR, su tradición en el tiempo y el gran número de sistemas que funcionan correctamente con las mismas, son las mejores garantías cuando un usuario desea implantar un sistema de comunicaciones vía onda hertziana con el que no corra ningún tipo de riesgo.

Finalmente, las Radiocomunicaciones Comerciales constituyen un sistema muy competitivo desde el punto de vista económico, dado que no hay que pagar cada vez que se realiza una llamada con estos equipos, sino que basta con abonar una licencia o canon anual cuyo pago permite el empleo de una determinada parte del espectro radioeléctrico con toda la intensidad que deseemos.

Así, el importe de cada llamada realizada es cero, lo que además del subsiguiente ahorro posibilita una perfecta planificación de los costes de las comunicaciones de una empresa o institución.
Además de las ventajas genéricas, las Radiocomunicaciones Comerciales presentan otras de carácter específico respecto a los que podrían considerarse sus dos competidores más directos telefonía móvil y el trunking. Estas ventajas son además muy relevantes para el tipo de clientes al que ya hemos aludido reiteradamente.

Respecto a la telefonía móvil, basta con citar una gran ventaja la inmediatez. Un equipo PMR permite la realización de llamadas con un simple golpe de teclado, algo que la gran mayoría de teléfonos celulares no es capaz de realizar de manera sistemática. Ante situaciones en los que el tiempo es auténticamente determinante (pensemos en una persona que es acosada por un presunto delincuente), se trata de un aspecto vital.

Por otro lado, las Radiocomunicaciones Comerciales también soportan satisfactoriamente la comparación con un sistema con el que guardan bastante relación, tanto tecnológica como de nicho de mercado el trunking. Con el fin de no resultar excesivamente prolijo, diremos que el trunking es público, por lo que usuarios de distinta índole comparten el espectro radioeléctrico, lo que tiene como consecuencia que, por ejemplo, sólo pueda proporcionar cobertura a un número determinado de usuarios a bordo de vehículos (los equipos portátiles, con la estructura actualmente implantada, no cubren esta posibilidad). Esta desventaja no se produce en las PMR, un sistema privado en el que no hay limitaciones en cuanto a tipo de apartados ni intensidad de uso.

En definitiva, todo este conjunto de posibilidades hace que contemplemos el futuro de las PMR ante los retos que plantea el nuevo milenio que ahora nace con un sereno optimismo. Obviamente, nunca llegarán a ser un sistema de comunicación vía onda hertziana de carácter masivo (jamás ha sido ésa su pretensión), pero sí que van a continuar disponiendo de un nicho de mercado mayoritariamente compuesto por usuarios con un elevado perfil profesional, a los que se les puede proporcionar más valor añadido, lo que redundará en beneficio de las empresas cuya actividad gira en torno a las Radiocomunicaciones Comerciales.

@F José María Escuder, director general de Astec

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Redacción Computing

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