Los responsables de las líneas aéreas de todo el mundo han acordado, en la reunión anual de IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo), la implantación, antes de 2007, de un sistema electrónico de expedición de billetes sustitutivo del papel.
Tras un 2003 nefasto para la aviación comercial por la neumonía asiática, el conflicto de Irak, el terrorismo y la desaceleración económica, con esta iniciativa se podrían ahorrar 3.000 millones de dólares al año y como explica, Giovanni Bisignani, director general de IATA, contrarrestar los efectos de la subida del precio del petróleo, que podría incrementar nuestros costes en 1.000 millones de dólares al mes.
Las aerolíneas, que ya venden la mitad de sus billetes electrónicamente, también han decidido diseñar un sistema de facturación común para las terminales aéreas de todo el mundo, así como reemplazar la banda magnética de las actuales tarjetas de embarque por un código de barras y para evitar la pérdida de equipajes se introducirán etiquetas inteligentes por radiofrecuencia.
