La Asociación Española para la Dirección Informática (AEDI) -con dos años de existencia recién cumplidos- ha hecho públicas una serie de prácticas, cuando menos cuestionables, por parte de los suministradores de Tecnologías de la Información (TI) que afectan directamente a las empresas y, según Alfredo Izquierdo, vicepresidente de la Asociación, podrían estar rozando la ilegalidad. Estas prácticas son fruto del abuso de los usuarios por parte de los proveedores aprovechándose de la relación de dependencia existente, apunta Izquierdo.
De este modo, AEDI pone de manifiesto como se repiten casos en los que además de producirse una descontinuación de productos al poco tiempo de ser vendidos y obsolescencia prematura de los productos, se incumplen tiempos de respuesta en el mantenimiento, se venden licencias de software para una única instalación -si el sistema falla y es precisa una reinstalación hay que adquirir otra licencia- o, por ejemplo, cómo en los proyectos ERP se cambia de consultor en mitad del proyecto o se utilizan contratos de servicios y no de obra, prolongándose en tiempo e inversión.
Con el fin de zanjar esta situación de desamparo del usuario dibujada por AEDI, ésta ha puesto en marcha una campaña de denuncia pública -manteniendo la confidencialidad del usuario bajo AEDI- estructurada en cuatro fases, iniciándose con la enumeración de las acciones inaceptables, la posterior recopilación de casos concretos, la solicitud al proveedor de una rectificación o respuesta y, por último, la publicación de listas de empresas proveedoras que actúan de este modo.
Paralelamente, desde la Asociación se ha puesto en marcha la Red CIDETI, con el fin de desarrollar un sistema que dinamice la cooperación e intercambio de experiencias por parte de las empresas, incluidas las denuncias de esta naturaleza. La finalidad no es otra que permitir a las empresas un mejor desarrollo tecnológico y mejores prácticas entre las empresas.
