SAN, hacia el almacenamiento inteligente

La evolución de SAN apunta directamente a una mayor capacidad de datos, más seguridad y mejores facilidades de recuperación. Sin embargo, falta por definir el estándar para que la comunicación entre sistemas y protocolos sea totalmente inteligente.

Publicado el 31 Oct 2000

Según se ha ido incrementado el acceso a la información, se han creado nuevos mecanismos para llegar a ella desde las redes inalámbricas hasta las oficinas virtuales, cuya consecuencia natural es que el tráfico en las Redes de Área Extensa (WAN) y el volumen de transacciones realizadas en éstas haya crecido hasta un 20 por ciento de acuerdo con la consultora Gartner Group. Si a este factor se añade la conjunción de las redes de voz con las de datos, el número de recursos integrados que se encuentran interoperando entre sí resulta cada vez mayor.

De esta forma, las políticas de administración de recursos informáticos y, especialmente, el almacenamiento de estos mismos, seguirán cobrando una enorme fuerza en los próximos años, marcadas por un volumen de negocio para el mercado de servicios en red que según IDC superará los 45.000 millones de dólares para 2003, de los que 8.000 millones corresponderán únicamente al sector de almacenamiento.

Como explican las previsiones de Sun Microsystems, la información que requiere ser almacenada se duplica cada nueve meses, mientras que el tráfico de Internet lo hace cada cien días. Continuando con esta perspectiva, entre el 40 y el 50 por ciento de la inversión total que realizan las empresas en servidores se destina al almacenamiento, de forma que el mercado está demandando nuevas soluciones que garanticen seguridad, escalabilidad y, sobre todo, la disponibilidad de la información.

Tanto plataformas Windows NT, IBM, Macintosh o UNIX pueden acceder de forma concurrente a dispositivos de almacenamiento comunes, según la velocidad del medio utilizado. Es así como las redes SAN (Storage Area Network) son capaces de conectar gran cantidad de computadoras a los mismos centros de datos permitiendo a su vez la definición de múltiples volúmenes lógicos.

Según un estudio de Gartner Group, para el año 2004 se prevé un incremento del 64 por ciento en la utilización de las aplicaciones de almacenamiento de datos, y casi todas las corporaciones grandes adoptarán en mayor o menor medida este tipo de redes. Por su parte, 3Com estima que tan sólo el mercado SAN supondrá un volumen de 1.500 millones de dólares para una fecha tan próxima como 2002, mientras que las estimaciones de IDC alcanzan los 5.000 millones en componentes SAN dos años después.

International Data Corporation prevé a su vez que la porción del pastel que le toca a la biblioteca de cintas dentro de la red SAN llegará a 11.400 millones de dólares en dos años, enmarcado en el crecimiento total de dispositivos de almacenamiento que se estima en más de 15.000 millones de dólares.
Según los expertos, el uso creciente de redes SAN está motivado por dos factores tecnológicos. Por un lado, aparece la evolución de las organizaciones a estructuras extendidas, por otra parte, las aplicaciones integradas, que manipulan voz, datos e imágenes, trabajan en ambientes operativos heterogéneos que solicitan la misma información de manera diferente. Sea como sea, a medida que los datos se van vistiendo de formatos gráficos de audio y vídeo y abandonan el texto, las arquitecturas de almacenamiento de tipo mainframe no podrán adaptarse al ritmo de la Red, por lo que se requieren soluciones de mayor capacidad y con mayor grado de apertura.

Escalar simultáneamente todo el conjunto y llegar al estándar con una facilidad total de cambio es lo que los grandes fabricantes como EMC, Hitachi, Adaptec, StorageTek o Hewlett-Packard se están planteando.

El primer paso para dotar de total inteligencia a la red lo acaba de anunciar StorageTek mediante su proyecto de SAN empresarial (ESAN). Gracias a la nueva familia de productos SN6000, se vislumbra el tan esperado cambio de modelo de una arquitectura basada en cliente-servidor a la conexión propietaria en almacenamiento, y de ahí a la Intelligent Network Storage, es decir, conseguir cargar de inteligencia a la red de almacenamiento gracias a la tecnología virtual.

Las ventajas de SN6000 las explica con mayor detalle José Ángel Villalón, director de marketing y alianzas de la firma Se trata de una solución que proporciona tres ventajas no conseguidas hasta ahora el soporte heterogéneo de servidores, así como de aplicaciones y almacenamiento; una gran disponibilidad y escalabilidad transparente del sistema, que permite la conectividad en caliente y redundante de los servidores para evitar caídas; dar sentido al concepto de multi-path y de gestión centralizada.

La solución, que se basa tanto en hardware como en software para conseguir un interfaz gráfico tipo web desde el que el administrador pueda controlar remotamente la red, ya ha sido probada y será implantada en treinta grandes compañías en todo el mundo. El primer paso ya está dado. Tan sólo falta, como explica Villalón, que tras dotar de inteligencia al subsistema de almacenamiento, se pase a la gestión virtual de los discos y librería de cintas, y de ahí a la gestión de todos los datos del tráfico de la red, algo que tardará al menos dos años, pero que facilitará que cualquier SAN se transforme en lo que verdaderamente representa una red independiente de almacenamiento que pase del mainframe a los entornos abiertos.
Aunque el sector del almacenamiento continuará reduciendo considerablemente sus precios, no todas las compañías, especialmente las pymes, pueden permitirse mantener una arquitectura SAN. No obstante, una opción más moderna consiste en iniciativas de outsourcing, en el que los usuarios pagan por el uso de los servicios. IBM por ejemplo, dentro de su oferta presenta la opción de adquirir una solución híbrida, esto es, mantener parte del almacenamiento en la empresa y desviar el resto a IBM. Compaq ha sugerido la posibilidad de concebir la conservación de datos como una utility, con la iniciativa Compaq Private Storage Utility y la filosofía de que el usuario pague a medida que crezca, solucionando los crecimientos impredecibles que en ocasiones se derivan de la nueva economía Internet. Sun Microsystems, por su parte, vislumbra la posibilidad de que las aplicaciones puedan añadir capacidades de almacenaje extra por sí mismas, una vez que la red informe de su espacio libre.

La industria continuará en un futuro próximo fabricando sus propios protocolos de archivo, lo que dificulta la generación de una arquitectura basada en un solo estándar para lograr la comunicación entre sistemas. Pero además de gestionar el almacenamiento remoto, una verdadera red SAN debe integrar características como la tolerancia a fallas para trabajar 24 horas al día los 365 días del año, operar de manera paralela a la red de trabajo para no interferir con los demás procesos, permitir la recuperación rápida de la información y manejar protocolos de seguridad para trabajar en la extranet o Internet. Una mayor oferta de soluciones a medida y hacer del almacenamiento un recurso en la red y no un proceso independiente, con posibilidad de crecimiento según las necesidades concretas, es lo que constituye la demanda de futuro.

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Redacción Computing

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