Para un operador de comunicaciones móviles como Amena, con más de 7,5 millones de clientes, un aspecto crucial es asegurar la máxima disponibilidad, rendimiento y fiabilidad de los servicios que les ofrece.
Para conseguirlo, la compañía ha homologado una plataforma de conmutación de Nivel 7, basada en la tecnología de Gestión de Tráfico de Aplicaciones de F5 Networks sobre equipos Big IP, que le permite optimizar y dotar de alta disponibilidad a cualquier servicio, incluso en los periodos de mayor demanda. Este proceso de homologación está sirviendo de base al operador para introducir nuevos servicios: entre los proyectos concretos derivados de la implantación de Big IP como plataforma para asegurar la disponibilidad de las aplicaciones y servicios se encuentra, por ejemplo, el de descarga de juegos.
En el proceso de selección de la plataforma participó Soluciona telecomunicaciones con la realización de maquetas y pruebas de los sistemas propuestos, la implantación y configuración de la plataforma y “la medición del estado de salud de varios servicios para móviles”, según Ángel Luis González, responsable de Interconexión de Redes IP de Amena. En la decisión final, el retorno de la inversión (ROI) jugó un papel fundamental, “ya que como indica la misma fuente encontrar una plataforma hardware común para diferentes servicios nos permite reducir los costes del uso de balanceo o de soluciones de alta disponibilidad individuales para cada uno de ellos. Se trata de un sistema que ofrece un ROI muy atractivo y que, instalado en red, analiza el tráfico y el estado de los servicios y aplicaciones para, en consecuencia, enviar el tráfico al destino lógico”.
Una opción considerada en principio, y desechada finalmente por su alto coste, fue la adquisición de servidores redundantes con altos niveles de fiabilidad, y discos Raid. También se estudió la adquisición de hardware más barato, pero con software de clustering para mejorar la disponibilidad de los sistemas y el control de las tareas, pero dicho software, además de caro, resultaba complicado de gestionar en el caso de escalar el número de nodos.
La opción seleccionada finalmente, es decir la basada en balanceadores de carga o conmutadores de Nivel 7, se soporta en una tecnología surgida originalmente para proporcionar alta disponibilidad en los servicios Web, pero que actualmente se ha ido abriendo para cubrir también cualquier tipo de servicio o aplicación IP.
Uno de los criterios que primaron a la hora de decidirse por los equipos de F5 Networks fue su flexibilidad para adaptarse a múltiples servicios y aplicaciones, ya sean estándar o específicas de Amena, a las que dotar de la máxima disponibilidad: una necesidad crucial al no tratarse de un proyecto concreto, sino de la definición de una plataforma común para soportar proyectos actuales y futuros, cada uno de ellos con sus requerimientos particulares.
También se tuvieron muy en cuenta los múltiples métodos de persistencia que ofrece Big IP, ya que el equipo reparte la carga entre distintos nodos pero, en algunos casos, ha de garantizar también que una misma sesión se mantenga de principio a fin en un mismo nodo. En estos casos, Big IP ofrece un amplio abanico de métodos para garantizar la persistencia que se derivan fundamentalmente de su capacidad para inspeccionar el tráfico a nivel de aplicación. Estos métodos son especialmente importantes en determinados servicios móviles como, por ejemplo, los de juegos on line, en los que los métodos tradicionales para garantizar la persistencia no son efectivos.
Finalmente, se valoró positivamente la capacidad para desarrollar monitores específicos con lenguajes de programación estándar, que permiten simular cualquier transacción, incluso con dispositivos móviles, para comprobar la disponibilidad y calidad de una aplicación o servicio determinado. Asimismo, la escalabilidad ofrecida por Big IP fue determinante en el proceso de selección, pues permite variar la capacidad y rendimiento del servicio de forma rápida y ágil para responder a situaciones cambiantes.
El equipo no sólo ha cumplido satisfactoriamente distintas pruebas de estrés, sino que incluso cuando nodos que forman parte del servicio alcanzan elevadas tasas de ocupación, el Big IP no supera el 40 por ciento de la carga. Otro valor añadido de seguridad que aporta el equipo es la facilidad de cifrado de las comunicaciones mediante SSL, gracias a un chipset integrado en la propia plataforma, descargando de esta tarea a los servidores y mejorando así su capacidad de proceso y rendimiento.