Sin negar el esfuerzo que el sector industrial está afrontando con el propósito de introducir las últimas tecnologías en sus estructuras se puede afirmar que todavía se encuentra a años luz de otros segmentos de actividad que, como el Financiero o la Administración Pública, se pueden permitir destinar, seguramente más por necesidad que por puro gusto, entre 800.000 y 900.000 pesetas en implementación de sistemas informáticos e infraestructuras de comunicaciones. El sector que nos ocupa, por su parte, maneja, de cara a 2001, un presupuesto por empleado cercano a las 200.000 pesetas, lo que significa más o menos el coste de un PC.
Y precisamente será el apartado de hardware (frente a otros como software, comunicaciones y servicios) el que concentre, en general, el gasto del sector industrial durante el año entrante. Se espera, en este sentido, que el gasto en equipos físicos alcance el 35 por ciento del presupuesto global de las compañías que conforman el sector industrial; al mismo tiempo que destinará el 8,3 por ciento del montante inversor en TI al apartado de integración de sistemas. El software, por su parte, generará un gasto cercano al 32 por ciento, mientras que los servicios y las comunicaciones harán oscilar el mismo entre el 19 y 13 por ciento, respectivamente.
Respecto de la evolución del presupuesto informático entre 2000 y 2001 decir que mientras que prácticamente la mitad de las empresas englobadas en el sector industrial esperan incrementarlo (83 firmas), el 30 por ciento prevé mantenerlo en parámetros similares a los del año anterior y sólo 34 empresas (20 por ciento) lo reducirá.
Entrando ya en el capítulo e-business, y dando por sentado que hasta ahora sólo un 10 por ciento de la muestra reconoce hacer uso del e-business como canal de compra/venta de productos y servicios, indicar que la industria es el sector que, hoy por hoy, en menor medida se beneficia de sus múltiples posibilidades. Tanto es así que sólo un 7,2 por ciento de las firmas que conforman la muestra admiten utilizarlo ya, aunque más que para comprar para vender. Este es uno de los aspectos que hace más patente la distancia existente todavía entre el universo industrial y el de los servicios, cuyos representantes hacen uso del e-business tanto para comprar como para vender en una proporción que dobla prácticamente la registrada por el sector que nos ocupa. Pese a todo, se espera que el colectivo de empresas industriales de nuestro país inicie su incursión en este novedoso ámbito de cara al año que vamos a comenzar, una circunstancia que forzará la evolución desde el porcentaje anteriormente citado hasta un 26 por ciento, algo que representará un crecimiento superior al 250 por ciento.
A pesar de ser el segmento más representado en la encuesta (167 entrevistas de 418, lo que significa un 40 por ciento del total), el sector industrial no ha conseguido configurarse como el que mayor esfuerzo inversor en Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) realizará de cara al primer año del tercer milenio. De modo global, se prevé que en 2001 el crecimiento de gasto en TIC de la Industria signifique un 16,6 por ciento en relación con el presupuesto destinado en el ejercicio a punto de finalizar. Se trata sin duda de un porcentaje nada despreciable, que coloca a este segmento de actividad por delante de áreas tan pujantes como Servicios, Distribución y Finanzas. Y claramente por detrás de Administración Pública, un área que incrementará su presupuesto en torno al 20 por ciento en relación con el establecido para el año 2000.
Como motivos principales que justifican su gasto en este ámbito, los representantes de la Industria aducen, por este orden, incrementar la productividad; prestar una atención más adecuada a los clientes; mejorar la calidad de productos y servicios y, por último, reducir costes operativos.
Aglutinando medianas y grandes empresas de áreas tan dispares como la fabricación, construcción, automoción, aeronáutica, energía, químicas/papel/madera e industria textil, las empresas analizadas del sector industrial ingresan, como promedio, 6.340 millones de pesetas anuales y cuentan con una media de 325 empleados, cuyo ratio de facturación por ejercicio se ha incrementado un 11,1 por ciento en relación con el ejercicio precedente (se ha pasado de 18 a 20 millones de pesetas por miembro de la plantilla).
Del total de sectores analizados (Servicios, Distribución, Administración Pública, Finanzas e Industria), el segmento industrial ocupa el cuarto puesto en cuanto a capacidad inversora en TIC, con un promedio de 69 millones de pesetas. No obstante, hay que dejar claro que prácticamente un 25 por ciento de la muestra no ha definido por el momento su gasto en TIC para 2001 y que más del 27 por ciento de los entrevistados aseguran no estar en condiciones de invertir más de 5 millones de pesetas en el transcurso del nuevo ejercicio.
Estos datos contrastan con la actitud de Administración Pública o Finanzas que, como media, prevén inversiones de 345 millones de pesetas y 212 millones de la misma moneda, respectivamente. Descolgado de estas cifras, únicamente quedaría el sector de la Distribución cuyas empresas, según los datos aportados por la encuesta de CB Consulting, tienen presupuestados alrededor de 39 millones de pesetas para este apartado concreto.