Los profesionales del mundo TIC dedicados al desarrollado de aplicaciones gozaban hace poco años atrás de una posición privilegiada en el seno de las plantillas TIC de las empresas, pero la carrera emprendida a raíz de la crisis que atenaza al sector por aumentar la productividad ha conducido a una drástica disminución tanto del número de este tipo de expertos como de la retribución de los afortunados que mantienen su puesto en la práctica totalidad de las organizaciones, muchas de las cuales están optando por el off-shoring como medio para conseguir superiores o al menos los mismos resultados a un menor precio. Sin embargo, esta opción lleva muchos peligros asociados y de hecho en EEUU ya han empezado a sentirse las consecuencias. Las dimensiones de este problema son enormes, por el momento el off-shoring de este tipo de actividades ha conducido a la pérdida de alrededor de 1,2 millones de puestos de trabajo en la industria TI del Silicon Valley de California, donde los desarrolladores que mantienen su puesto ganan hoy en día alrededor de un 50 por ciento menos que en 2000, apunta el CEO de Parasoft, Adam Kolawa, quien considera que en Europa la situación es incluso peor que en Estados Unidos ya que mientras en Estados Unidos la legislación laboral es muy flexible y resulta relativamente fácil contratar y despedir personas, en Europa la legislación es más restrictiva y las empresas optan por desviar este tipo de actividades hacia países en los que no sólo los salarios son más bajos si no que además el despido resulta mucho más sencillo.
Ante este escenario, en el que se constata que el verdadero problema que afronta la industria del software es la productividad, existen alternativas cuyo impacto resulta mucho más positivo que la externalización, la cual conduce a la pérdida tanto de puestos de trabajo como de la capacidad de desarrollo de las organizaciones, uno de sus bienes más preciados según Kolawa. El verdadero problema reside en la productividad de los departamentos de desarrollo que absorben de media entre el 20 y el 25 por ciento de los presupuestos de TI, ya que se calcula que los desarrolladores dedican el 80 por ciento de su tiempo a encontrar y resolver errores y tan sólo un 20 por ciento a la producción de nuevo código, explica Kolawa, quien entiende que la respuesta se encuentra en las soluciones y herramientas de software para la prevención y detección automática de errores. Podemos reducir ese 80 por ciento hasta el 35 por ciento, de manera que los desarrolladores dispondrían de mucho más tiempo para desarrollar y las organizaciones aumentarían su productividad en un 100 por cien, asegura Kolawa, quien añade que existe otra ventaja fundamental y es que las organizaciones realmente pueden controlar su propiedad intelectual mientras que la externalización no garantiza que una lógica de negocio fundamental para una compañía no acabe en manos de sus competidores.
Empresas españolas como Telefónica, Indra, Bankinter, Banco Zaragozano, GMV, Sainsel, GTD y Cirsa se listan entre los 2.500 clientes en Europa (10.000 en todo el mundo) de Parasoft, cuyas soluciones se basan en la metodología AEP (Automated Error Prevention) y trabaja estrechamente con PricewaterhouseCoopers, Sun, Unisys e IBM, la cual cuenta con 2.500 profesionales usuarios de sus productos. Además la firma de origen californiano, que en la actualidad cubre el mercado europeo a través de acuerdos con distribuidores y desde sus oficinas centrales en París, planea extender su presencia a otros países de la órbita europea de forma que espera contar con oficinas en España a mediados del próximo año.
