Linux aún no es considerado como una pieza clave dentro del mercado corporativo, según se indica en una reciente investigación realizada por Goldman Sachs entre compañías pertenecientes al Fortune 1000.
El estudio refleja que se está tratando el sistema operativo de fuente abierta como un acompañante de la plataforma Windows y no como un sustituto de la misma, mientras que la mayoría de las consultadas no se plantean considerar el sistema operativo durante los próximos doce meses.
A pesar de los recientes casos de empresas que vuelven hacia Linux, como Amazon.com, la gran mayoría de las firmas todavía optan por la alternativa Microsoft. Sin embargo, hay que destacar que Amazon no se ha deshecho de Windows, aunque en cambio abandona una plataforma Unix.
Sólo el 24 por ciento de un total de 100 directivos encuestados ha declarado que consideraría utilizar Linux además de los entornos para Windows y Unix. Según este resultado, la mayor parte de ellos afirman estar firmemente arraigados a Windows.
Para la firma analista, la plataforma Linux goza todavía de una consideración baja en la lista de prioridades sobre tecnología. Así, el 65 por ciento de las compañías no tiene planes de desplegar Linux en la empresa durante el próximo año. Por el contrario, el informe pone de manifiesto que el hermano mayor de Linux, Unix, entra dentro de las tres prioridades corporativas más importantes.
Aparte de la inversión en servidores Unix para aplicaciones críticas, otras se centran en incluir Windows 2000/XP en los equipos de escritorio y la securización de la red.
El 60 por ciento de las compañías todavía ven Windows como el principal sistema operativo servidor hasta 2004, mientras que sólo el 3 por ciento opinan que Linux es una oportunidad.
La firma analista indica que la mayoría de las empresas observan Windows como una opción segura para el retorno de la inversión, al tiempo que dicen es menos experimental y una opción más conservadora.
