Fujitsu reducirá 16.400 empleos

Se estima que al menos 1.120 de los trabajadores que serán despedidos pertenecerán a las subsidiarias que Fujitsu posee en Europa (ICL, Fujitsu Telecommunications y DMR).

Publicado el 21 Ago 2001

El fabricante japonés de semiconductores y productos informáticos Fujitsu ha hecho pública su decisión de recortar casi 16.400 puestos de su plantilla a nivel mundial, lo que equivale a un 10 por ciento del total del staff de la firma, como consecuencia de la puesta en marcha de un plan de reestructuración cuyo objetivo radica en reducir costes.

La mayoría de los despidos se llevarán a cabo en el área de fabricación. En este sentido, 5.000 de ellos corresponderán a Japón mientras que los 11.400 restantes se producirán en las filiales que la compañía tiene en el resto del mundo.

Se estima que al menos 1.120 de los trabajadores que serán despedidos pertenecerán a las subsidiarias que Fujitsu tiene en Europa, tales como ICL, Fujitsu Telecommunications y DMR.

Del total de bajas en el Viejo Continente y su área de influencia,

parece que 900 recaerán en las filas de ICL en EMEA y la consultora de TI, DMR.

Según un portavoz de la compañía, esto podría significar que se produzcan 600 bajas en ICL frente a las 220 de la subsidiaria de telecomunicaciones de Fujitsu en el Reino Unido.

Por otra parte, y como consecuencia de la nueva política, Fujitsu podría salir del mercado norteamericano de fabricación de discos duros para PCs y del de equipamiento de conmutación, al tiempo que reducirá sus operaciones de fabricación de chips desde las actuales siete unidades operativas a cinco.

Con esta actuación, la compañía planea conseguir unos ahorros que rondan los 2.500 millones de dólares en gastos de personal. Además, se espera que los despidos reduzcan los costes fijos en unos 830 millones de dólares. Por consiguiente, se estima que para marzo de 2004 se obtenga un beneficio de 3.330 millones de la misma moneda.

En paralelo, el grupo ha suspendido la producción de tres de sus plantas en Japón y ha anunciado que, de forma temporal, detendrá su joint venture con el fabricante de chips AMD. Además, se encuentra revisando su alianza con AMD en el segmento de memorias flash, lo que afectaría a su planta de Gresham, Oregón. En este sentido, los analistas opinan que incluso podrían optar por retirarse de la apuesta en esta operación, la cual se ha visto golpeada por la desaceleración en la demanda de telefonía móvil.

Por último, destacar que fuentes de la compañía han confirmado que no hay un tiempo límite para llevar a cabo los despidos, pero probablemente se realicen durante los próximos doce meses en el caso de ICL. Así, desde la filial inglesa se ha anunciado que entre 550 y 750 puestos de trabajo podrían desaparecer entre los meses de agosto y diciembre del presente año.

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Redacción Computing

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