La abstracción de los sistemas

La virtualización aparece como una de las claves tecnológicas que permitirá automatizar y dotar de inteligencia a las complejas tareas necesarias para conseguir que el almacenamiento aparezca como un único recurso lógico y centralizado.

Publicado el 19 Sep 2001

La evolución tecnológica ha motivado que el grueso de la industria trabaje en virtualizar las arquitecturas de almacenamiento. El objetivo merece la pena simplificar los procesos de gestión, permitir la interconexión entre sistemas y aprovechar toda la capacidad de cintas, discos y servidores.

Según Aberdeen, esta capacidad conducirá eventualmente a un espacio de archivos virtual y a la habilidad para simplificar y proporcionar la disponibilidad universal de archivos y gestión independiente, tanto en las plataformas informáticas como en las localizaciones físicas de datos.

La virtualización elimina de esta forma las tareas administrativas relacionadas con la adaptación de los sistemas de almacenamiento físico a los entornos en los que operan los servidores. Implementada como hardware, software o en una solución combinada, automatiza las complejas tareas necesarias para conseguir que el almacenamiento aparezca como un único recurso lógico y centralizado.

Igualmente, aparece como una de las claves en el control automático de los procesos. Sin esta tecnología, los administradores deben fijar manualmente los requerimientos de los usuarios para los distintas características de los lectores de disco, viéndose obligados a detener los sistemas completamente para efectuar los cambios necesarios.

De esta forma, y como señala el estudio de Aberdeen, la disponibilidad de los volúmenes de los discos aparece estática a los usuarios, y ante la necesidad de hacer cambios el sistema se cierra. La localización del almacenamiento complica la tarea de los administradores con la gestión de zonas complejas, la gestión de unidades de números lógicos (LUN) o ambas.

La intervención manual también es necesaria para controlar las vías de transferencia de datos en la red por una caída, para optimizar el rendimiento en los procesos de provisión de datos y para proporcionar seguridad e integridad a los datos a través de la redundancia. Así, los ajustes necesarios podrían limitar severamente las habilidades para crear y utilizar activos de datos mirrored para la recuperación en caso de desastre, o bien al ejercitar copias point-in-time para la recuperación en caso de error.

Con los últimos adelantos, la virtualización permitirá a los usuarios ver cualquier almacén sobre cualquier red desde cualquier aplicación o plataforma informático como un espacio de archivo lógicamente consolidado.
Aplicado a la red SAN, los usuarios pueden beneficiarse de un almacenamiento lógicamente consolidado, que ahorra espacio, mejora la potencia y recorta los gastos totales al reducir el número de componentes redundantes necesarios, como proveedores de potencia y controladoras.

Eduardo López Jacob, director de redes de almacenamiento en IBM, destaca que al igual que el software de gestión, la virtualización constituye una técnica dirigida al problema de contener los costes. Se trata de facilitar la gestión de forma que el almacenamiento presente un aspecto e interfaces homogéneos a los servidores, independientemente de la tecnología, estándar o fabricante específico que tengan los elementos físicos de almacenamiento en disco o cinta.

El Gigante Azul ha sido uno de los pioneros en utilizar dispositivos virtuales de almacenamiento, introduciendo su servidor de cinta virtual del mercado (VTS) , e implantando a gran escala discos virtuales (RVA). Así, a medida que se adoptan más redes de almacenamiento, se van haciendo evidentes las ventajas de realizar la virtualización a nivel de la SAN, en lugar de hacerla dentro del propio sistema de discos o de cintas, ya que el grado de flexibilidad y de facilidad de gestión que puede proporcionarse así es mucho mayor, explica López.

Desde StorageTek, fabricante que más está apostando por la virtualización mediante su familia de productos SN6000, ya permite una SAN donde la gestión virtual del subsistema de almacenamiento es independiente de la tecnología base de la red, ya sea Fibre Channel, GBE o Infiniband, subraya Ricardo Maté Salgado, director general de la compañía en España.

Así, la virtualización es la abstracción del almacenamiento. Empleando técnicas de mapeo de bloques, los servidores obtienen una vista lógica del almacenamiento en forma de discos virtuales. A su vez, el almacenamiento de bloques de datos en los dispositivos físicos es completamente transparente. Esta abstracción obtiene nuevas funciones que simplifican la administración del almacenamiento en una configuración OpenSAN, se explica desde Compaq, actor que cuenta con la tecnología VersaStor destinada a eliminar las barreras entre sistemas de diferentes fabricantes.

Fernando Martínez, director de pre-venta para España y Portugal en Veritas Software, sentencia que la virtualización constituye un paso clave para permitir la gestión de un entorno heterogéneo. No se concibe que un administrador tenga que preocuparse de qué fabricante de discos tiene al otro lado, o qué interface concreto utiliza para gestionar sus volúmenes de datos. Sólo mediante la virtualización es posible independizar las diferentes capas en la gestión de almacenamiento, tanto las aplicaciones como las plataformas hardware y subsistemas de almacenamiento.

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Redacción Computing

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