El interés de los productos provenientes de la colmena, tales como la miel, la jalea real o el polen apícola, entre otros, se debe a su valor nutricional y terapéutico. Recientemente, la apiterapia estudia sus propiedades y aplicaciones curativas para la especie humana. El consumo de estos productos es relativamente reciente en España y en otros países, pero está empezando a cobrar relevancia desde una perspectiva económica.
El polen apícola es el alimento esencial de la colmena. Las abejas trabajadoras recogen los granos de polen de las flores, forman pequeñas “pelotillas”, después las pegan a sus patas traseras y posteriormente las llevan a la colmena, dentro de un proceso que tiene las siguientes características: cada especie de planta produce granos de polen específicos en su forma, color, tamaño, estructura, simetría y propiedades químicas; las abejas forman pelotillas homogéneas agregando granos de polen de una única especie de planta y, por último, diferentes abejas de una misma colmena, en el mismo periodo de tiempo, llevan a la colmena pelotillas de polen monoespecíficas de especies de plantas distintas.
Para poder conocer las cualidades o el valor alimenticio del polen apícola es necesario determinar el origen floral de los diferentes granos de polen agregados, así como la cantidad relativa de polen de cada especie de planta.
El procedimiento habitual para realizar estos estudios de identificación consiste en la realización de análisis polínicos mediante la utilización de microscopía óptica, sin embargo, el método es laborioso y requiere personal especializado.
Si los granos de polen de cada especie tienen características físicas diferentes, los elementos que presenten cuando las abejas los unen en pelotillas también deben mantener propiedades macroscópicas diferenciadas, cuya textura superficial se puede estudiar por los modernos sistemas de imagen por ordenador.
Esta es precisamente la hipótesis que está en los antecedentes del proyecto que está realizando el área de Lenguajes y Sistemas Informáticos del departamento de Informática de la Universidad de Vigo. Según Pilar Carrión, una de las responsables del proyecto, “el objetivo principal de este proyecto financiado por la Xunta de Galicia es diseñar un sistema de visión por ordenador que determine el origen floral del polen apícola, basándose en el estudio de imágenes de la estructura superficial, es decir, de la textura de sus pelotillas de polen. En nuestros objetivos iniciales, sólo se pretende clasificar las especie de plantas más abundantes en el polen apícola de Galicia. Aunque entendemos que si el sistema se extiende a la clasificación del polen apícola de otras regiones de España, su impacto será aún mayor”.
El aspecto más significativo de esta investigación reside en la importancia que está adquiriendo el polen apícola en la alimentación humana y, por tanto, en el interés de que se regule su calidad con vistas a la comercialización. Un sistema que discrimine el polen de distintas especies de plantas permitiría a los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen garantizar la calidad de los productos comercializados bajo las diferentes marcas y por supuesto detectar los posibles fraudes. También facilitaría la posibilidad de comercializar composiciones polínicas a la carta, para el tratamiento de ciertas dolencias humanas, en colaboración con los avances proporcionados por la apiterápia.
El sistema de visión por ordenador que se está desarrollando tiene que operar en tiempo real e identificar las pelotillas de polen de las especies de plantas presentes en el polen apícola gallego, “en un porcentaje superior al 25 por ciento y, al mismo tiempo, el sistema debe ser fácil de utilizar por un usuario no especialista en informática y presentarse también en un formato lo más compacto posible”.
En concreto, el sistema informático consta de un estereomicroscopio y una cámara digital para la adquisición de las imágenes de bolitas de polen y de un ordenador de propósito general para el procesamiento de las mismas. La salida del sistema es el tipo polínico al que pertenece dicha bolita de polen.
La versión actual del prototipo, asegura Carrión, “no es un producto acabado, porque lo que pretendemos es utilizar un módulo hardware de captura de imágenes económicamente viable y compacto”.