Globalizar las compras un imperativo

Algo razonablemente incomprensible tiene que ver con el carácter local de los marketplaces.

Publicado el 24 Ene 2001

Construidos con la premisa de la reducción de costes operacionales y de economías de escala, relacionados con los sistemas de aprovisionamiento y basándose en la noción de que la cadena de valor se debe ampliar a todo el proceso comercial (desde la producción a la post asistencia) es, aparentemente, extraño que la generalidad de los marketplaces ignoren el carácter global que posee esta herramienta.

La globalización ha sido uno de los desafíos que ha sido más veces indicado como objetivo para las empresas, resultado de la utilización del Internet y de las nuevas tecnologías para soporte del negocio. Este sería el gran triunfo de las pequeñas empresas o de las pequeñas economías como competidores en un mercado, cada vez más, dominado por la escala. En la práctica, nacía así la posibilidad de desarrollar planes de negocio de forma global y al alcance de todos.

En España y en Portugal, este argumento ya ha sido presentado, varias veces, como uno de los drivers de motivación para que las empresas nacionales apuesten por la revisión de sus estrategias de negocio, incorporando la posibilidad de estar al alcance de todos, sacando partido de la utilización de las nuevas tecnologías.

Si consideramos la dimensión y nivel de preparación del mercado nacional, podemos concluir que éste puede ser el único camino para hacer financieramente interesantes muchas de las nuevas iniciativas. Y, sin embargo, cuando lo hacen, se limitan a desarrollar herramientas esencialmente orientadas al consumidor final, olvidando todo el desarrollo de un modelo de negocio basado en las premisas que apoyan y sustentan la competitividad, principalmente en el ámbito de los marketplaces.
Desde esta perspectiva sell side, las empresas que se han globalizado ya presentan resultados evidentes. Por ejemplo, en muchas empresas americanas que asumieron esta postura, más de la mitad de sus resultados ya tienen su origen fuera del país. En el caso de referencia de Amazon, en septiembre de este año, su página del Reino Unido ya era la mayor página comercial europea con dos millones de clientes y la página alemana ocupaba la tercera posición en esta clasificación. Las operaciones europeas de Amazon pasaron a representar el 22 por ciento (análisis de resultados del tercer trimestre de 2000) de las ventas de libros y música de esta empresa, detentando, además, una tasa de crecimiento superior a las otras localizaciones. He aquí un ejemplo a considerar.

Si Globalización es la palabra clave, ¿significa entonces que todas las empresas que asumieron esta posición han pasado a tener sus problemas resueltos? No siempre. La concretización de este objetivo ha dado origen a un principio que está en la base de la definición e implementación de estas estrategias Think Global, Act Local (también traducido como Glocal). Seguir este principio obliga a que todo el desarrollo de la estrategia sea efectuado desde una perspectiva de mercado global, pero también que su implementación tenga en cuenta las características locales. Una vez más, y a su costa, las empresas han aprendido que ésta no es una tarea fácil. Y sucederá lo mismo en el entorno de los marketplaces.

Las empresas acabarán por comprender que los mismos principios deben ser aplicados. Participar en un marketplace ayuda, esencialmente, a satisfacer las necesidades locales (aunque geográficamente no estén restringidas a las fronteras tradicionales), pero debe contener aportaciones globales, participaciones procedentes de diversos puntos del globo, de modo que pueda contar, efectivamente, con las mejores y más competitivas propuestas del mercado proveedor, independientemente del origen geográfico. ¿Qué sentido tiene, en un ambiente web-based, la participación restringida de agentes económicos (tanto proveedores como compradores) en un marketplace, de la misma región? Lógicamente, esta participación sólo tendrá sentido, tras la identificación de los mercados en los cuales y desde los cuales, de una forma u otra, tiene sentido invertir en una estrategia de globalización.
Las inversiones pueden ser muy elevadas y no siempre se puede garantizar el nivel deseable a partir de las operaciones de otros mercados. La decisión sobre cuál es la mejor estrategia de globalización, así como sobre las prioridades y timings relacionados, debe estar basada, una vez más, en argumentos concretos y consistentes. Esta estrategia puede ser efectuada de forma más o menos global, beneficiándose de acercamientos culturales o geográficos entre mercados o asumiendo una posición que saque partido de alguna ventaja competitiva relacionada con la propuesta de valor.

El impacto de la Nueva Economía en los negocios es, sin duda, más relevante en lo concerniente a la forma en como se relacionan las empresas con proveedores y colaboradores. La revisión de las políticas de compras y la automatización de los procesos de soporte, el modo como han evolucionado en la integración de sus procesos logísticos internos y como han empezado a hacerlo también con agentes, proveedores y otras entidades ha cambiado radicalmente la forma como han pasado a hacer negocios y a organizarse para ello. Según Forrester Research, en 1999, en los Estados Unidos, el 14 por ciento de las compras en la industria de la electrónica ya ha sido soportado por Internet.

En 2003, se prevé que el porcentaje de compras efectuadas según estos principios oscile entre el 100 por ciento para esta misma industria y el 3 por ciento para el sector específico de la industria pesada. Transportes, consumibles, automóvil, petroquímica, utilities y alimenticia son ejemplos de industrias que soportarán más del 40 por ciento de sus transacciones en soluciones B2B. La estrategia que cada empresa utiliza para soportar estos procesos está condicionada por su propia práctica de evolución en la adopción de estos principios, por las características de su proceso de compras para los diferentes productos y, obligatoriamente, por el tipo y calidad de la oferta existente.

Independientemente de todo esto, ¿es importante o no, para las empresas españolas, actuar a este nivel? ¿O preferimos seguir ignorando estos datos? Y es que, a pesar de todo, los Estados Unidos están a la distancia de un click.

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Redacción Computing

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