El sector financiero sigue manteniendo un alto grado de compromiso con la innovación tecnológica a pesar que de su inversión en TI ha experimentado un crecimiento modesto durante los dos últimos años. El presupuesto medio en TI para 2002 de las empresas del sector financiero participantes en el estudio de CB Consulting asciende a 195 millones de pesetas, mientras que la media general es de 84 millones de pesetas, lo que sitúa a este segmento en el segundo lugar del ranking, sólo por detrás de la Administración Pública, y gozando de las mayores previsiones de crecimiento para 2002, con un 12,1 por ciento.
De hecho, el 52 por ciento de las empresas financieras participantes en el estudio prevé aumentar su presupuesto para 2002, si bien un 40 por ciento planea su reducción, un porcentaje que en 2001 era sólo del 8,7 por ciento, casi el mismo de las que en 2002 lo mantendrán invariable. Estas cifras confirman la actitud de prudencia adoptada por el sector financiero que, además de haber abordado su más ambiciosa renovación tecnológica con anterioridad al resto de los sectores -coincidiendo con su adaptación al año 2000-, ha sufrido, tanto en 2000 como en 2001, un fuerte varapalo a razón del desequilibrio existente entre los resultados y las fuertes inversiones realizadas para iniciar o consolidar su presencia en Internet. Y es que, según un reciente estudio de Asociación Española de Banca, las pérdidas registradas por los bancos españoles durante 2000, en relación con sus actividades en Internet, ascendieron a 13.965 millones de pesetas.
Este fenómeno también explica, en parte, que el ratio de facturación por empleado y año, que globalmente se sitúa en 21 millones de pesetas, haya descendido considerable en el sector financiero, pasando de 22 a 11 millones de pesetas, es decir, un 50 por ciento menos. Sin embargo, las empresas financieras invertirán en TI durante 2002 en torno a 800.000 pesetas por empleado, es decir, 100.000 pesetas más que las empresas y entidades públicas.
Por áreas y aunque globalmente el hardware (35,8 por ciento) vuelve a ser el que absorbe la principal partida presupuestaria, no sucede así en el caso del sector financiero (29,2 por ciento) que ya cuenta con unas infraestructuras consolidadas, del mismo modo que sucede con las comunicaciones, que sólo absorben el 9,8 por ciento de la inversión. Sin embargo, el hardware adquiere una importancia considerable desde el punto de vista del mantenimiento, aspecto al que las entidades financieras destinarán el 40,5 por ciento de la inversión dedicada a servicios que, con un porcentaje respecto al presupuesto global del 28,7 por ciento, se concentrará tanto en el mantenimiento como en el outsourcing (22 por ciento).
Será el área de software el que atraerá las mayores inversiones de este segmento con un 32,2 por ciento, sólo por detrás de la Administración Pública (33,6 por ciento), una opción directamente relacionada con el importante esfuerzo que está realizando por consolidarse en la nueva economía y adoptar los sistemas más avanzados de Gestión de las Relaciones con los Clientes. Y es que el sector financiero se alza como abanderado de esta emergente modalidad de negocio con un 29,1 por cierto de las empresas financieras entrevistas que ya está utilizando este canal, seis puntos porcentuales más que la media (23,4 por ciento) y también con una orientación especial hacia la venta. De las empresas financieras que todavía no han adoptado el e-business, un 68 por ciento prevé hacerlo antes de un año, un porcentaje que casi dobla la media (36 por ciento) y que viene a confirmar el carácter pionero que respecto a la tecnología ostenta este sector, que ya ha adaptado en un 100 por cien de los casos sus sistemas al euro, y que, al igual que el resto, contempla el incremento de la productividad como su principal objetivo.
