La Dirección General de la Guardia Civil ha adjudicado a Amper, después de celebrar el pertinente concurso público en el que competían con empresas de la talla de Indra, Bazán o Tecosa, el suministro del prototipo del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (conocido como SIVE), el cual está destinado al control de las costas del Sur de la Península Ibérica.
En un principio, el contrato formalizado entre ambas partes contempla la provisión de tres estaciones costeras de vigilancia y un centro de control que se localizará en la Bahía de Algeciras (Cádiz). El importe de este equipamiento,
cuya entrada en operatividad está prevista para el primer semestre del ejercicio en curso, asciende a 1.520 millones de pesetas.
No obstante, todo apunta a que el proyecto de implementación de estos sistemas
sea extendido con posterioridad a la totalidad de la costa sur española, lo que supondrá para la Guardia Civil una inversión global de 7.000 millones de pesetas.
Fuentes de la compañía proveedora de los sistemas han asegurado que, a través de las distintas estaciones de vigilancia, y sea mediante radar o técnicas optrónicas, resultará más fácil cumplir con la misión de detectar la presencia de cualquier embarcación irregular en aguas del estrecho de Gibraltar o aledaños. De esta forma se podrán coordinar las operaciones de interceptación y/o salvamento antes de que se produzca de hecho la llegada ilegal a las costas españolas. Y es que las estaciones costeras incorporan una serie de sensores que reciben todo tipo de datos que son remitidos a un Centro de Control desde el que se procesa con el objetivo de poner en funcionamiento la categoría de efectivo más adecuada en cada caso concreto. La potencia del sistema permite la localización de la embarcación no identificada a una distancia máxima de 17 millas, lo que significa que los efectivos del cuerpo estén alerta del posible desembarco alrededor de una hora antes de que se pudiera producir.
