El mercado apoya el B2B, aún no al B2C

Si la situación del B2C apunta a un futuro floreciente, con un paréntesis como el actual en el que parecen haberse detenido numerosos proyectos e-commerce, la crisis internacional parece estar conduciéndonos a una redefinición de los procesos del B2C.

Publicado el 07 Nov 2001

Como contraste a la situación de parón circunstancial que parece vivir el comercio electrónico orientado al consumidor, la situación de los procesos B2B, es decir, empresa-empresa, parece estar pasando por un periodo de crecimiento y globalización espectaculares, especialmente en Europa. En este sentido, la consultora Gartner Group pronostica que el año 2004 se proyecta un mercado mundial B2B que sobrepasará los 7,29 billones de dólares, en tanto que Norteamérica aportará el 39 por ciento de este negocio global. En la actualidad, esta región aporta el 63 por ciento de este mercado con unos resultados de 91 billones de dólares sobre una cifra global de 145.000 millones.

En los últimos tiempos, el B2C esta viviendo sus horas más bajas dando lugar al colapso de numerosas iniciativas y a un ambiente general de expectativas insatisfechas. Un importante colectivo de consumidores virtuales en Europa se siente defraudado por un servicio deficiente y por las numerosas incidencias que se producen en la entrega de las mercancías. Ello, teniendo en cuenta ciertos desafortunados acontecimientos relacionados con la seguridad on line, ponen de manifiesto que el momento actual no se mueve de acuerdo con las brillantes expectativas de ciertos analistas un año atrás. Pese a que parece que el B2C no acaba de arrancar, sobre todo en España, las previsiones son positivas, de acuerdo con Grimme, quién apunta, no obstante, que las compañías mejor situadas en B2C son las tradicionales, y que serán el verdadero motor para creación de nuevas oportunidades a lo largo de los próximos meses.

Mientras que hoy en día los mayores jugadores mundiales del B2B son compañías con base en Estados Unidos, Europa es la región con un crecimiento más significativo durante el último año. En 1999 Europa alcanzó una cifra global de beneficios procedentes del B2B de 31.800 millones de dólares, mientras que en 2004 superará los 2,34 billones de dólares. Debido a la recesión que la región Asia/Pacífico ha experimentado recientemente, su proceso de adaptación al B2B se ha producido más lentamente; todo y con ello, las previsiones en esta región apuntan a alcanzar una cifra total de 992 billones de dólares en 2004. En cuanto a la situación presente y futura del B2B en España, un estudio elaborado por Baquía.com pone de manifiesto que existen más de 70.000 empresas involucradas en actividades de comercio electrónico en este país, al tiempo que estima que su volumen de negocio alcanzará los cotas que actualmente representa el EDI en apenas cinco años -mientas que éste último ha necesitado cerca de 15 años-. Dicho estudio pone de relieve que existen determinados sectores industriales que tendrán mayor predisposición a adaptarse a un modelo de comercio electrónico B2B. De hecho, para el año 2003, el 62 por ciento del mercado global B2B español se concentrará en los sectores de electrónica, construcción, energía, agrario y químico.
Desde la arena del comercio electrónico orientado al consumidor, los pronósticos de todas las consultoras con respecto al potencial del B2C siguen siendo favorables, a pesar del sentimiento de crisis que se ha instalado en el ambiente con la pérdida de confianza provocada por la caída de los mercados financieros. Los últimos datos proporcionados por la consultora IDC apuntan a que para el año 2004, 233 millones de europeos, es decir, casi el 60 por ciento de la población continental, accederá de manera habitual a Internet y, por esa misma fecha, el volumen generado por el comercio electrónico sobrepasará la cifra del billón de dólares. En España, donde numerosas empresas han puesto en marcha o se encuentran embarcadas en el desarrollo de proyectos en este segmento, la situación es muy similar a la del resto del mundo, aunque con la desventaja que supone un grado de uso de Internet relativamente bajo con respecto a otros países europeos. El último estudio de la Asociación Española de Comercio Electrónico (AECE) señalaba que durante el pasado año 970.000 internautas españolas, es decir, casi el 13 por ciento del total de los usuarios de Internet en España realizaron compras de forma on line, periodo durante el cual el B2C alcanzó un volumen de negocio de 34.000 millones de pesetas (cifra que representa un incremento de casi un 30 por ciento respecto a la del año 1999). La misma organización prevé que, durante 2001 esta cifra ascienda hasta los 76.500 millones de pesetas, y que será el año próximo cuando se producirá el verdadero despegue del comercio electrónico.

Otros analistas menos optimistas atribuyen la ralentización en el proceso de consolidación del comercio electrónico al efecto 2000. Este año, la caída de los mercados financieros se apunta como causante directo del enfriamiento de los entornos B2C, y en 2002 será la entrada en vigor de la moneda única la causante de buena parte de los males que padezca este entorno. Lo que es cierto, es que hasta que el acceso a Internet no se generalice y se establezca una normativa clara al respecto, la modalidad de compra a través de Internet no se convertirá en una práctica habitual para el consumidor final. Si la popularización de los teléfonos móviles con capacidades de navegación supondrán un impulso considerable para la consolidación del comercio electrónico, la progresiva adopción de sistemas de televisión digital entre los usuarios abrirá perspectivas verdaderamente positivas para el B2C.
Si bien el pasado año las previsiones sobre intercambios realizados entre empresas a través de Internet se situaron en los cerca de 160.000 millones de pesetas en España, lo que representó el 0,18 por ciento del PIB, Baquía señala que esta cifra alcanzará los 2,2 billones de pesetas en 2003, lo que supondrá el 2,33 del Producto Interior Bruto. Para finales del presente año, las previsiones elevan el volumen del mercado B2B español hasta casi rozar el medio billón de pesetas. Desde la perspectiva de los sitios de comercio electrónico B2B europeos, voces más críticas como la consultora Forrester Research consideran que las estrategias B2B europeas están poco definidas, al tiempo que señalan que garantizar el potencial electrónico B2B supone a las grandes cuentas europeas una inversión de 11 millones de euros. Una completa infraestructura B2B no es un conejo blanco que sale de un sombrero de ilusionista. Según Forrester, la construcción de sitio web B2B representa para las 100 empresas europeas más importantes (con alrededor de 39.000 empleados,8,6 billones de euros anuales de beneficios y una capitalización bursátil de 16 millones de euros) una inversión inicial de 11 millones de euros, de los que un 27 por ciento corresponde a infraestructura de hardware y software.

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Redacción Computing

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