En un intento de reducir costes, el distribuidor de informática Ingram Micro ha decidido cerrar sus centros de distribución en EE UU, recortar empleos y reestructurar sus ventas y la gestión de sus departamentos.
Concretamente, los responsables de la compañía han apostado por echar el cierre a un centro de distribución y dos centros de proceso en California, así como reconsiderar el tamaño de su centro de Miami, que a partir de ahora focalizará su atención en el mercado Latinoamericano.
Según parece todos estos cambios habrán de ser supervisados desde Pensilvania. Fuentes del grupo han asegurado que estos afectarán a todos los niveles del staff, y que administración, ventas, gestión de productos y algunos equipos de soporte también estarán afectados.
Kevin Murai, presidente de Ingram Micro, ha señalado hemos tomado esta agresiva decisión tras analizar los procesos de negocios, el mercado y las posibles mejoras. Esta acción es difícil, pero necesaria. Y es que como resultado de esta actuación la compañía espera reducir el gasto en 15 millones de dólares (más de 2.800 millones de pesetas) en un trimestre.