La filial española de LambdaNet ha presentado suspensión de pagos con la intención de adaptar su negocio a las nuevas condiciones generadas por el mercado.
El operador, que continúa ofreciendo sus servicios con normalidad a sus clientes a pesar de que les haya informado de la situación, se encuentra a la espera de que el juzgado madrileño en el que se ha presentado la suspensión de pagos la apruebe, para posteriormente presentar un plan viabilidad empresarial, según información a la que ha tenido acceso Computing.
La suspensión de pagos, que sólo afecta a la filial española, deberá permitir a la compañía proteger la viabilidad de su negocio, redimensionando su modelo empresarial y, especialmente, su infraestructura de red, que actualmente dispone de 8.000 kilómetros, incluyendo alrededor de 500 en redes metropolitanas en Madrid y Barcelona. La compañía, que cuenta en España con 50 empleados directos, tiene contratada con Renfe, principal acreedor, a través de un acuerdo de alquiler, su infraestructura, en la que actualmente hay tramos que generan un escaso nivel de tráfico.
Según ha podido saber Computing, las dificultades por las que está atravesando LambdaNet podrían tener su origen en el impago por parte de alguno de sus clientes de los contratos firmados, que incluso, en su momento, podrían haber marcado el diseño de la propia infraestructura de red de la compañía.
LambdaNet dispone de una amplia base de clientes, en su mayoría grandes carriers, que entre los que destacan tanto operadores de ámbito nacional (Uni2, Retevisión, Jazztel, Comunitel e Iberbanda, entre otros) como internacionales.
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