Después de varios años afrontando serios problemas, la operadora norteamericana de servicios de telecomunicaciones WorldCom ha hecho pública su intención de retomar su antigua denominación (MCI) y presentar su plan de reorganización ante la Corte de Bancarrota del distrito Sur de Nueva York.
Michael Capellas, actual presidente y CEO de MCI, explicó que la operadora “había trabajado con un extraordinario sentido de urgencia para cumplir con lo dispuesto en el capítulo 11 de bancarrota norteamericano”. “Nos hemos comprometido a presentar nuestro plan de reorganización antes de que finalice el mes de abril”, indicó Capellas.
Parece ser que la compañía ha querido retomar su antigua denominación con el propósito de acabar con la deteriorada imagen que, como consecuencia de su escándalo financiero, ha adquirido.
Capellas asegura que, en adelante, la compañía se focalizará en servir a sus clientes; fortalecer sus activos estratégicos y ejecutar su plan de negocio a tres años, de cara a solidificar su posición como proveedor de comunicaciones IP (Internet Protocol). De acuerdo con fuentes de la futura MCI, existen varios grupos de accionistas que, representando más del 90 por ciento del valor total de lo reclamado, están de acuerdo con los términos económicos propuestos en el plan de reorganización de la firma.
El programa de reestructuración propone sustancialmente consolidar el estado de WorldCom y entidades intermedias y apunta a resolver los diferentes argumentos del litigio que cada grupo podría hacer valer. Como parte del plan, MCI también ha propuesto una estructura de capital para la reorganización de la compañía, la cual incluye entre 3.500 y 4.500 millones de dólares en deuda neta.
Al mismo tiempo, la compañía ha anunciado el nombramiento de Robert T. Blakely como nuevo CFO. Este directivo ha desempeñado el cargo de vicepresidente y CFO en Tenneco y Lyondell Chemical.
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