Unir la empresa y su negocio

Actualmente, la gestión de rendimiento de red constituye el vínculo
entre la empresa y sus procesos de negocio.

Publicado el 12 Nov 2003

En cualquier organización, las soluciones de gestión del rendimiento de red se han convertido en un requisito imprescindible para garantizar la fiabilidad de los servicios y aplicaciones de red que hacen realidad tanto los procesos de negocio tradicionales como aquellos basados en las Nuevas Tecnologías.

Esta función no sólo cumple un papel fundamental dentro del análisis de protocolos (para las pruebas de red y el análisis del empleo de la misma), en la supervisión de red -para garantizar su estado en las operaciones diarias-, y la planificación-con el fin de determinar sus necesidades de crecimiento- sino que resulta absolutamente esencial para poder ejecutar con eficacia aplicaciones que son vitales dentro de la empresa y fundamentales para nuestro negocio.

Actualmente, la gestión de rendimiento de red constituye el vínculo entre la empresa y sus procesos de negocio. Los resultados de una adecuada administración ya han hecho posibles muchas de las innovaciones que se emplean actualmente dentro de las organizaciones.

Sin embargo, según los analistas, la sinergia de las áreas de negocio vinculadas a la red y la consiguiente idea de la prestación de servicios se encuentra aún por desarrollar. Y es que la evolución de esta sinergia conducirá a la creación de nuevos retos y oportunidades.

Este control del rendimiento de red consiste básicamente en productos y personal que recopilan, analizan y proyectan, por un lado, el flujo de tráfico de la red, las aplicaciones que afectan a cada nivel de negocio y, por otro, las comunicaciones personales.

Los productos de gestión de rendimiento de red pueden variar desde analizadores de protocolo y sondas para examinar redes extremo a extremo hasta sistemas de generación de informes de rendimiento de transacciones comerciales que emplean una arquitectura distribuida abarcando a toda la empresa desde la dirección hasta todos los departamentos.

Actualmente, debido al aumento en la complejidad de las infraestructuras de las redes implantadas, a la demanda de una mayor fiabilidad y una regulación más estricta sobre la utilización de las mismas, se está incrementando la demanda de productos de gestión de rendimiento de red, ya que las empresas tratan de controlar los costes derivados de las actividades de operación y proporcionar al mismo tiempo unos servicios de red cada vez de mayor calidad.

Este tipo de herramientas resultan esenciales con el fin de gestionar y desarrollar de forma eficiente redes de tipo multi-vendedor y multi-tecnología.
Dentro de las organizaciones existen diferentes grupos relacionados de forma directa o indirecta con la red en su aspecto más amplio, y con niveles de implicación y de responsabilidad claramente heterogéneos. Cada uno de estos grupos requiere distintos niveles de detalle para analizar el impacto del rendimiento de red en sus procesos de negocio.

Tanto ejecutivos como directores demandan informes de rendimiento de red de alto nivel (actuales, recientes e históricos) así como su repercusión en sus operaciones de negocio. Los encargados de actividades como planificación tratan de extraer la máxima información posible a partir de los datos históricos con vistas a prever el crecimiento de la red y proporcionar el ancho de banda suficiente para satisfacer la creciente demanda, de forma que se minimice al máximo no sólo el capital a invertir sino el riesgo subyacente a una planificación errónea.

Los ingenieros de red, sin embargo, buscan datos de rendimiento detallados y granulares con el fin de resolver aquellos problemas de red en el menor tiempo posible.

Así mismo, los gestores de nivel de servicio encargados de supervisar las métricas SLA persiguen garantizar que la red proporcione un servicio de conformidad, y requerirán información puntual sobre el rendimiento, no sólo de la red sino también de las aplicaciones y servicios sobre los que los acuerdos se han establecido.

Para satisfacer a cada uno de estos grupos, es necesario un conjunto diverso de herramientas que midan el rendimiento extremo a extremo desde la perspectiva del usuario final, así como proporcionar la granularidad de los datos necesaria, que soporte tanto los informes de nivel ejecutivo y optimización de red en tiempo real como informes de incidencia.

Únicamente mediante la monitorización extremo a extremo de toda la red es posible llevar a cabo la toma de decisiones con criterios objetivos sobre la optimización en tiempo real, actualizaciones, mantenimiento, asignación presupuestaria, y una variedad de mejoras que afecten verdaderamente a todos los niveles de la empresa.

Si el conocimiento es poder, el verdadero poder de la gestión de red reside en sus datos, de tal forma que el usuario pueda comprobar cómo se van cumpliendo sus objetivos empresariales y de Tecnologías de la Información.

Rafael Navajo, desarrollo de negocio de software de Lucent Technologies España.

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Redacción Computing

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