La debilidad de la economía, la reducción del gasto y las grandes deudas de las compañías de telecomunicaciones obligarán a cerrar o vender muchas de ellas, según han señalado los analistas del sector.
En este ambiente, los analistas señalan que a pesar del colapso de las conversaciones mantenidas hace un mes entre Alcatel y Lucent, su fusión es inevitable debido al gran descenso del gasto en el consumo, los fuertes requerimientos del crédito y la deuda que aqueja a todas las compañías del sector.
Y es que las cosas no se están poniendo nada bien para nada nadie. En este sentido, Nortel anunció la pasada semana que podría despedir a otros 10.000 trabajadores además de predecir unas pérdidas para el segundo trimestre de 19.200 millones de dólares.
Por otra parte, mientras que la demanda de servicios aún persiste, el dinero decrece y aumenta la frustración, según afirman los analistas. Para una compañía, por ahora la clave de su supervivencia es recortar costes y desarrollar una tecnología que genere ingresos.
La cuestión, por tanto, es con qué rapidez ocurrirá cualquier consolidación, cuando el difícil ambiente hace más problemático el cierre de adquisiciones al tiempo que ofrecer verdaderas oportunidades de compra.
El valor de las adquisiciones y fusiones anunciadas este año totalizaron los 7.000 millones de dólares hasta el 8 de junio, un 94 por ciento menos que las del año pasado durante el mismo periodo, cuando fueron anunciados acuerdos valorados, todos juntos, en 227.000 millones de dólares, de acuerdo con datos de Thomson Financial Securities Data.
Los inversores están asustados, ha señalado Jeff Kagan, un analista independiente de la industria.
Cisco, que históricamente ha mantenido una política de adquisiciones muy agresiva, realizó dos docenas de adquisiciones el pasado año y ninguna este año. Y es que una de las principales razones por las que se han detenido las adquisiciones ha sido la ralentización económica.
Cuando en 1996 se desregularizó la industria de las telecomunicaciones, se abrieron las puertas a pequeñas operadoras o CLEC (Competitive Local Exchange Carriers). Pero ahora, muchas de ellas se encuentran con graves problemas. Según el analista Steve Lalli probablemente veremos cómo de las 500 CLEC existentes en la actualidad, sólo queden 15.
