Las nuevas tecnologías y, por consiguiente, la nueva economía asociada al comercio electrónico, a las punto.com y a Internet en general, están siendo el motor de este cambio, un cambio que, a su vez, está creando avances sin precedentes.
El mundo del futuro es un mundo conectado a la vez que sencillo. El acceso a Internet o al correo electrónico ha pasado de ser una opción a ser algo esencial, una herramienta imprescindible, de momento para el trabajo, en un futuro muy cercano también para el hogar. La tecnología se está convirtiendo en una parte universalmente aceptada de nuestra vida cotidiana. Y pasará a formar parte de esa vida de una forma mucho más profunda en cuanto los dispositivos móviles, teléfonos o PDAs, o los nuevos dispositivos domésticos, como Audrey -el nuevo componente creado por 3Com pensado para las redes domésticas del futuro-, se adapten a las demandas del usuario, más enfocadas, quizá, a la conectividad total, al ocio y al entretenimiento.
Este nuevo mundo de dispositivos móviles se encuadra, en general, en la tecnología wireless. Cada vez se hace más necesario poder trabajar con comodidad, sin cables de por medio, sin tener que hacer complicadas instalaciones cada vez que se quiera modificar algo en la empresa y sin tener que dejar atrás el cableado de la oficina cada vez que la compañía mude su sede.
Pero este mundo conectado pasa por una industria del networking que se enfrenta a una paradoja cómo convertir en algo sencillo toda esta tecnología. El networking ha cambiado, ha dejado de asociarse con cierto número de ordenadores conectados entre sí. En la actualidad, las redes se extienden mucho más allá de la oficina. Hay usuarios móviles, teletrabajadores, bloques de apartamentos, hoteles y aeropuertos con instalaciones de redes. Hay una gran demanda de soluciones que ofrecen una buena conectividad, pero también existe la necesidad de una tecnología sencilla, que pueda ser usada y actualizada por cualquier usuario sin complicaciones. Se trata de conectar a los usuarios con la información a través de una siempre creciente diversidad de dispositivos y tecnologías, desde wireless a banda ancha, e, invariablemente, de una forma más sencilla.
El networking del futuro está supeditado a un mundo en el que las conexiones sean más simples a la vez que potentes, accesibles, globales y disponibles para todos y en cualquier lugar del mundo. El objetivo es conseguir billones de conexiones en todos los entornos de una manera radicalmente sencilla. El próximo punto en la industria de conexión de redes será implementar aplicaciones adicionales que requieran una experiencia o conocimiento técnico del cual carecen la mayoría de las empresas. La meta es ofrecer nuevas soluciones, fáciles de instalar, usar y mantener, que cubran esa laguna en experiencia técnica y que conviertan este próximo paso en una realidad.
El networking está dejando de limitarse a las grandes corporaciones para acercarse cada vez más a las pequeñas y medianas empresas y a los usuarios domésticos, que esperan poder conectarse a través de distintos dispositivos y al mismo tiempo que se desplazan de un lugar a otro. Estos últimos requerirán dispositivos de acceso directo a Internet y al correo electrónico, que posibiliten una navegación sencilla, modems de acceso a alta velocidad que soporten ADSL o Cable, sin olvidar las cámaras de videoconferencia para PC, siempre bajo el punto de vista de sencillez de instalación, utilización y actualización, que es, al fin y al cabo, lo que demanda la sociedad.
Para satisfacer esta demanda, tanto de los usuarios domésticos como de las PYMES y grandes corporaciones, las empresas dedicadas a las telecomunicaciones, como la nuestra, han de ir componiendo una oferta de soluciones con las que lograr una conectividad al alcance de todo el mundo, a través de tecnologías inalámbricas, redes IP y banda ancha, que puedan transportar a la vez servicios de voz y de datos, y, siempre, de una forma segura.
Recientemente se ha llegado a la conclusión de que en la mayoría de países las pequeñas y las medianas empresas están muy lejos de realizar sus negocios en Internet, debido, con toda probabilidad, a que lo primero que se busca es el ahorro en los costes y rentabilidad, a ser posible, a corto plazo. Hasta ahora, las principales trabas para dar el paso al B2B han sido las barreras tecnológicas y el desconocimiento, en general, de la misma tecnología, sumadas, por supuesto, a los costes de inversión y a la habituación a los sistemas tradicionales. Estas barreras están empezando a ser derribadas con nuevas aplicaciones sofisticadas a la vez que sencillas y competitivas en precios.
Posiblemente, el camino más adecuado para las PYMES y el usuario doméstico sean las soluciones de Cable y ADSL, ya que ofrecen una buena calidad y no suponen un desembolso económico excesivo. Las posibilidades de la tecnologías de banda ancha para las PYMES no tienen límites.
El comercio electrónico a través del móvil (m-commerce), los aspectos jurídicos y fiscales del e-commerce y la protección de datos en Internet serán algunos de los temas fundamentales de las redes del futuro.
La Ley de Protección de Datos establece que el responsable de los datos deberá adoptar las medidas necesarias para mantener la seguridad de los datos, debiendo evitar su alteración, pérdida, tratamiento o acceso no autorizado. La creación de leyes que limiten el libre acceso a los datos privados y que protejan los derechos del individuo en el nuevo mundo de la Sociedad de la Información se ha convertido en una necesidad básica y será uno de los aspectos claves a tener en cuenta en la comunidad del futuro.
La seguridad en cuanto a la salvaguardia de datos del ataque de hackers es otro de los puntos básicos que no hay que olvidar si hablamos del futuro en Internet, en la nueva economía o en las redes en general. Actualmente hay dispositivos de seguridad en Internet, como firewalls (cortafuegos), filtros para controlar el acceso a las páginas web, etc., que ya ofrecen unas características de protección excepcionales. Algunos firewalls pueden detectar los modelos de ataques procedentes de hackers más comunes que se producen actualmente, y detienen inmediatamente los ataques dirigidos a cualquiera de los ordenadores de una red, ya sea doméstica o empresarial. También ofrecen actualizaciones futuras para evitar nuevos modelos de ataques de hackers. Sin embargo todos estos terminales tendrán que adaptarse a sistemas de ataque mucho más peligrosos que los que hay hoy en día, ya que, por desgracia, las investigaciones sobre los sistemas más propicios para vulnerar datos nunca se detienen y nunca dejan de sorprendernos.
Otro de los aspectos claves en la conectividad del futuro lo componen, como ya se ha apuntado antes, las redes domésticas, no de la forma en que las conocemos ahora, sino con las características de lo que en 3Com preferimos llamar el hogar digital. La casa digital para nosotros es aquella que conecta a los miembros de la familia entre sí y, a su vez, con la información importante, tanto dentro como fuera de la casa. Basada en las necesidades del consumidor en su vida real, la casa digital adoptará la experiencia de los ordenadores en red y enriquecerá el estilo de vida de los consumidores con unos productos sencillos y fiables. Dentro de los componentes para el hogar digital, están los productos de red domésticos, y Banda Ancha (ADSL o Cable) que soporten tráfico multimedia, Web Cams, dispositivos Internet como es el caso de Audrey, mencionado anteriormente, y las nuevos Gateways domésticos que permitirán integrar las necesidades de telefonía, vigilancia, domótica, juegos y acceso a internet que se presentan en la mayoría de los hogares actuales.
En definitiva, nos espera un networking funcional, posiblemente inalámbrico, seguro, fiable, abierto a todos los factores sociales, usuarios individuales, profesionales independientes, PYMES y Grandes Cuentas, en el que tendrá cabida el ocio y el entretenimiento y todo ello gobernado por una característica imprescindible Radical Simplicity.
