Los ejecutivos de Hewlett-Packard y Compaq han empezado a ejercer presión entre sus accionistas ya que son ellos los que decidirán que la estrategia de fusión se lleve a cabo en un plazo de 100 días.
Sin embargo, los analistas en general opinan que la fusión parece un tanto improbable ya que primero hay que vencer los obstáculos regulatorios.
Tras una segunda ronda en la que los precios de las acciones de ambas firmas han caído nuevamente, tanto Carly Fiorina, CEO de HP, como su homólogo de Compaq, Michael Capellas, han comenzado a presionar a los inversores institucionales para conseguir su apoyo.
Las acciones de HP han experimentado una caída del 22 por ciento, mientras que las de Compaq lo han hecho en un 14 por ciento desde el pasado lunes. No obstante, a pesar de que ambas compañías están esforzándose al máximo, desde Gartner se cree que es poco probable que la fusión se complete y que, de llevarse a cabo, pasará al menos un período de dos años de confusión para los clientes de la nueva firma, lo que sin duda será muy beneficioso para la competencia. En este sentido, se da a la fusión solamente un 40 por ciento de posibilidades de éxito.
Según Andrew Butler, director de investigación de la consultora ni HP ni Compaq han hecho caso convincente de esta adquisición. Las empresas pueden estar trabajando en la oscuridad durante algunos meses mientras esperan a que todo salga adelante, lo que es improbable.
Y hay que tener en cuenta que uno de los retos a los que se enfrenta la nueva HP es organizar los múltiples sistemas operativos para servidores de los que dispondrá, tales como Linux, Windows NT, OpenVMS, HP-UX, además de la propia versión de Compaq para Unix, entre otros.
