Martin Bay, director de ventas y responsable de Ebone en España

La adquisición de Ebone por parte de KPNQwest es una muestra más del proceso de consolidación que está sufriendo un mercado fustigado por la falta de liquidez y la crisis bursátil.

Publicado el 31 Oct 2001

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¿Cuál es la primera impresión tras la compra de Ebone por parte de KPNQwest?

La compra por parte de KPNQwest nos viene a tranquilizar porque antes no sabíamos cómo podía evolucionar la situación de Ebone. Por el momento, estamos sufriendo un cierto shock debido a la inmediatez de la noticia pero creo que ha sido una muy buena salida, si no la única salida para una empresa como Ebone que tenía una pesada deuda. Estaba claro que necesitábamos una renegociación de esa deuda. Si no, era difícil que saliera adelante la compañía. Incluso había dos pagos de intereses que no se habían realizado, lo que era una señal de que había que renegociar la deuda o la empresa se iba a la bancarrota. Lo cierto es que estamos más tranquilos porque no sabíamos si íbamos a seguir vivos de aquí a dos meses. La empresa necesitaba dinero para invertir continuamente en la red y la deuda era un lastre. Había que pagar los intereses con el dinero que teóricamente debía ser invertido en infraestructura.

Lo que venía hipotecando el futuro de la compañía…

De hecho, la facturación de Ebone en los últimos ejercicios siempre ha crecido y siempre ha tenido un EBITDA positivo. El gran mal ha sido que este dinero siempre iba a cubrir el agujero que suponía la deuda, que siempre ha lastrado el desarrollo de la compañía. En España incluso se iba a desarrollar la red para alcanzar otras ciudades, pero se congelaron los planes de despliegue en marzo de 2000 debido a la crisis.

Ebone siempre ha sido rentable y pocas empresas en Europa que pueden decir esto.

¿Qué es lo que ha impulsado a KPNQwest para hacerse con Ebone?

El negocio por el que se interesó KPNQwest obviamente ha sido la infraestructura y su base de sus clientes. Ebone tiene la infraestructura más amplia de Europa -el 25 por ciento del tráfico IP europeo pasa por ella-, lo que ha sido su gran activo en el mercado, junto con la actual base de clientes. Ebone desplegó la red pionera en Europa hace 10 años, lo que en el mercado de las telecomunicaciones es una edad muy notable. Además, había que sumar la parte de la antigua Hermes de GTS [la compañía propietaria de Ebone]. La red de Ebone está más avanzada en Europa que la de KPNQwest, es mayor y tiene más capilaridad en sus puntos. Incluso, KPNQwest es cliente nuestro para ofrecer servicios en España.

A lo que hay que añadir su base de clientes…,

En España Ebone comenzó desde cero, creando nuestra propia base de clientes, que en Europa -donde cuenta con más de 300 grandes clientes- son todos los operadores dominantes, los grandes carriers, los mayores ISPs y los grandes proveedores de contenidos como Yahoo o Terra-Lycos. En España cabe citar a Telefónica Data, Madritel, R, Ingram Micro, Ibercom, pero también vendemos circuitos a Colt Telecom, la antigua Global One (ahora France Telecom) o WorldCom, que nos compran circuitos.
¿Cómo se llevará a cabo la fusión?

Vamos a seguir realizando nuestro negocio habitual hasta marzo de 2002 porque la fusión no finalizará hasta esa fecha, con lo que seguiremos actuando de forma independiente cinco o seis meses más. La fusión no tiene porqué ser dramática. En Ebone trabajan 700 empleados y creo que son alrededor de 2.500 empleados en KPNQwest. En España, KPNQwest es una empresa con más empleados, mientras que nosotros somo 18 personas. Supongo que a largo plazo habrá recortes pero aún no están cuantificados.

¿Es un una muestra más del proceso de concentración del mercado que camina hacia la reducción del número de operadores globales?

Es un síntoma de consolidación del mercado, donde hay cada vez menos carriers y no hay mucho dinero. En España, France Telecom ha tomado una participación importante con Alpi y Uni2, Telecom Italia está presente con Retevisión, también BT Ignite. En España hay pocos operadores españoles con fuerza. Tal vez Jazztel, que es independiente aún de operadores más globales, pero los demás pertenecen a éstos. Yo creo que aún no hemos visto el escenario final de consolidación de este mercado porque aún van a producirse más operaciones de este tipo.

¿Cómo ha influido la caída generalizada de los precios de ancho de banda?

En Europa, sobre todo en su parte central, hay mucha fibra desplegada y mucha competencia, lo que ha derivado en una caída de los precios del 90 por ciento en año y medio. Incluso, debido a la situación monetaria del mercado, muchas empresas han tirado los precios para generar a corto plazo cash flow. Cuando empezamos a vender el tramo Madrid-Londres estaba cotizado a 2,4 millones de euros al año, ahora está alrededor de 200.00 euros. Actualmente se está produciendo una consolidación de los precios y creo que vamos a ver una estabilización de precios.

Y en este contexto, ¿dónde se sitúa el mercado español?

El mercado español en cuanto al acceso local tiene un coste mucho mayor por kilómetro que un circuito punto a punto en el mercado internacional. Incluso 70 veces mayor. La clave reside en cómo ofrecer al mercado empresarial un precio justificable si el último tramo de acceso no les permite contar con más de dos Mbps. Hemos intentado llegar a clientes con 155 Mbps pero, tal y como está el mercado en España, el coste es prohibitivo.

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Redacción Computing

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