Aunque, según Jesús Banegas, presidente de Aetic, el Plan Avanza, aprobado por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero el pasado día 4 de noviembre, “representa un paso adelante respecto a otros planes previos como Info XXI o España.es” , el máximo responsable de la patronal del sector TIC, considera que el documento final del Plan no recoge los compromisos necesarios para lograr el impulso requerido para alcanzar la convergencia en materia de TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) con la Europa de los 15 para el ejercicio 2010.
Banegas aseguró que “si el sector tecnológico español tiene un compromiso con el modelo económico, y nuestro nivel de producción ya no crece, habrá que modificar el enfoque, optando por otro más intensivo en cuanto a tecnología y conocimiento, de modo que sea posible incrementar la productividad”. Refiriéndose al compromiso personal adquirido por Rodríguez Zapatero, tanto en su investidura como en el debate sobre el estado de la nación, de incrementar anualmente un 25 por ciento el volumen de fondos públicos destinados a I+D+i para lograr que en 2010 se destine el 2 por ciento del PIB español a este capítulo, Banegas comenta “que cuando España alcance tal nivel, el resto de países de la UE habrá elevado su gasto en innovación hasta el 2,5 o 3 por ciento de sus respectivos PIBs con lo que el `gap´ seguirá existiendo.
Hablando de las conclusiones obtenidas por Aetic tras el análisis del Plan Avanza, el presidente de la patronal denuncia que “tiene defectos más de continente que de contenido”. Desde su punto de vista, dado que es un plan que nace como iniciativa del Gobierno que no pasó por el filtro de las Cortés, no es un plan enmendable; además no prevé ningún sistema de control del cumplimiento de sus medidas que no sea endogámico.
Aún reconociendo que, en la elaboración del plan, participó el CATSI (Consejo Asesor de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información) que fue el organismo encargado de diseñar todas las medidas a poner en marcha, Banegas no oculta que muchas de ellas no se concretan en absoluto. Por ejemplo, señala, que no se fija el compromiso presupuestario del Gobierno para alcanzar la pretendida convergencia; de hecho se indica que la cantidad extra de 305,6 millones de euros y los 742,2 millones en créditos son insuficientes para apalancar un cambio disruptivo que garantice la uniformidad tecnológica de los distintos países. Según Banegas, para cumplir tal fin se requeriría un mínimo de 1.100 millones de euros al año. En paralelo se echa en falta conocer el montante comprometido para el año 2006 o el `timming´ de proyectos como la e-factura o e-DNI, documento para cuyo desarrollo no se ha concretado un montante económico.
