Los peores resultados han provenido, precisamente, de una de las que mayores beneficios deberían generar, esto es, la de Soluciones para Clientes, que vende equipamiento a Gobierno y grandes cuentas.
Las divisiones de Impresión y Servicios han salvado, en gran medida, las naves de la compañía, si bien la de Tecnología se ha ganado a pulso la desaprobación de Fiorina, fundamentalmente en el área de servidores corporativos y almacenamiento, que han caído un 5 por ciento con 3.400 millones de dólares.
La facturación total ha crecido un 9 por ciento, con una cifra de 18.900 millones de dólares. El área de sistemas personales creció un 19 por ciento, mientras que los servicios de consultoría lo hicieron un 12 por ciento.
La primera consecuencia ha sido la determinación por parte de Fiorina de introducir cambios en el esquema de gestión. Así, ya han sido despedidos Peter Blackmore, director de las ventas directas para Administración y grandes cuentas; Jim Milton, responsable de las ventas en el mercado americano; y Kasper Rorsted, vicepresidente para EMEA.
Estos resultados ponen en evidencia la efectividad de la reorganización acometida en el seno de la multinacional. Desde la compañía se ha tranquilizado a inversores y analistas, asegurando que al cierre del año fiscal -31 de octubre- las ganancias se verán incrementadas. Discurso, por otro lado, que ha sido recibido con mucha cautela por parte de los expertos bursátiles, al considerar que la situación económica del tercer trimestre ha sido un fiel reflejo de los problemas internos existentes en HP.
