El novedoso modelo de gestión sanitaria implantado en el Hospital de La Ribera (Alzira, Valencia) ha permitido al centro, por cuarto año consecutivo, ser galardonado como el ‘Mejor Gran Hospital General de España’, según el estudio anual “Hospitales Top 20” que realiza la prestigiosa consultora internacional IASIST. Un premio que supone el reconocimiento de su calidad asistencial, de las tecnologías de la información utilizadas como soporte y de las fuertes inversiones realizadas por el centro en esta área: 3 millones de euros sólo en 2004.
El proyecto informático de este centro hospitalario, que da servicio a cerca de 235.000 ciudadanos en la zona de La Ribera del Júcar (Valencia), es tan antiguo como su edificio y como el modelo de gestión que lo propició: un esquema de funcionamiento que integra la financiación de la Administración Pública y la prestación de los servicios sanitarios por parte de la empresa privada. En palabras de José Miguel Casamayor, director de Sistemas de Información, “este centro creado en 1999 se basa en la máxima de que ‘el dinero sigue al paciente’ y esto implica que, dentro de la calidad más exigente, el uso intensivo de la tecnología es vital para el control de todas las tareas y procesos realizados en las dos áreas de atención especializada y primaria”.
Por este motivo, los grandes pilares del plan de sistemas se han traducido en una medición exhaustiva de los servicios, “porque lo que no se mide, no se puede cambiar”, y en la integración de la información en una Historia Clínica Electrónica “como gran y único repositorio de los datos de salud del paciente”. Objetivos que son sendillos de entender, pero también complicados de llevar a la práctica: “actualmente, hay muy pocos hospitales generales, y citaría al de Alcorcón, en Madrid, Son Llatzer, en Baleares, el Clínico de Barcelona y pocos más, que estén funcionando con este modelo de eficiencia tecnológica”.
Bajo esta filosofía, el Hospital ha construido una arquitectura estable de sistemas de información asistenciales y de gestión, y está encarando sus nuevos proyectos de sistemas, entre los que destaca el de centralización del área de almacenamiento bajo la batuta de EMC.
El proyecto de almacenamiento contempla dos retos básicos: primero, la renovación y consolidación de los servidores de bases de datos transaccionales, mediante la instalación de servidores Dell bajo Linux y la centralización del almacenamiento en un equipo Clariion CX400 y, en segundo término, la modernización del sistema PACS (Sistema de Archivo y Comunicación de Imágenes) del hospital con la contratación de una solución software de Insignia Medical y la instalación de un servidor de almacenamiento CAS EMC Centera. La consolidación de los servidores y bases de datos transaccionales se ha realizado con la implantación de una arquitectura de red de área de almacenamiento (SAN) que asegura una alta disponibilidad de los datos, redundancia de bases de datos y recuperación de la información en caso de desastres, “una tecnología que ya se ha convertido en un estándar”, en palabras de Casamayor.
En cuanto al acceso a las imágenes de radiología, el avance es muy significativo. Hasta la incorporación de la plataforma Centera, la información histórica (tres meses) se almacenaba en cintas, lo que suponía tiempos de recuperación de un día. Actualmente, el acceso es inmediato y los tiempos para visualizar las pruebas se han reducido a menos de un segundo.
El hospital está realizando un estudio que permitiría reducir aun más los tiempos de respuesta, mediante la migración hacia la siguiente generación de sistemas Centera: “en la siguiente versión de nuestro PACS, los ficheros de las imágenes ya no viajarán por la red hasta el terminal del usuario, sino que se abrirán en el propio servidor, con lo que cual ahorraremos tiempos en la visualización y también costes de red”.
El nuevo PACS no sólo permite el acceso on line a las pruebas médicas, sino que viene a cubrir otros requisitos del centro referentes a la preservación histórica de la información (por ejemplo, 21 años para los datos pediátricos); la concurrencia de accesos a una misma prueba, facilitando la competición de informes médicos entre distintos especialistas, o la seguridad de acceso, característica esta última que tuvo un peso decisivo en el momento de la selección: “el direccionamiento por contenido que aporta Centera fue uno de los elementos que más no llamó la atención. Implica que nadie puede manipular la información contenida en disco y, por tanto, que el servidor de almacenamiento no es accesible desde la red; esto es una característica fundamental para garantizar la información relativa a los pacientes”.
Además, Centera proporciona, según el responsable de sistemas de información, otros aspectos diferenciales respecto de otros sistemas, como el hecho de trabajar con aplicaciones; que la información puede enviarse a cualquier lugar donde demande el usuario, gracias a utilización de tecnología IP; que los datos se escriben y leen aleatoriamente, y que garantiza en todo momento la no duplicación de objetos. Por último la tecnología de EMC permite también “disminuir drásticamente la carga de los servidores al externalizar y reducir la recuperación/grabación de la información”.
El proyecto de almacenamiento es un paso más en la estrategia de integración y consolidación de sistemas seguida por el hospital desde su creación.
Una evolución que ha permitido integrar plataformas diversas alrededor de un repositorio común basado en la solución de Historia Clínica Electrónica, SIAS, suministrada por la empresa Biocom. “Nuestra aplicación de Historia Clínica Electrónica es la piedra angular del hospital, porque integra todas las áreas de gestión y toda la información del paciente, para poderle hacer un seguimiento asistencial y económico desde su ingreso, hasta el alta médica y todo ello con un amplio abanico de informes y estadísticas”. En la parte puramente referida a gestión, el hospital trabaja con los módulos económico-financieros de Microsoft Navision y con Meta4 en el área de Recursos Humanos.
Esta diversidad de plataformas ha requerido el desarrollo de interfaces para la integración de los diferentes sistemas. Un trabajo que hubiera podido evitarse con la implantación de un ERP especializado en el área de salud, aunque, en opinión de Casamayor. “hubiera impedido la utilización de las mejores herramientas para cada necesidad. Según mi experiencia, los ERPs cubren sólo entre un 50 y un 70 por ciento de las necesidades de un hospital. Nosotros hemos elegido la vía de integrar las mejores herramientas del mercado y crear una arquitectura global homogénea”.
Un entorno de sistemas cliente/servidor que, a corto plazo, incluirá más de cuarenta servidores Windows 2003 para dar servicio a 1.000 puestos de trabajo Windows XP, distribuidos en las áreas de atención hospitalaria y primaria. “Desde el principio nos hemos movido en los entornos cliente/servidor de Microsoft. Ahora estamos evolucionando hacia las propuestas más innovadoras del proveedor, con el objetivo de implantar soluciones de directorio activo. Además estamos evaluando la tecnología de Citrix para nuestras comunicaciones con los centros de atención primaria y también la incorporación de PDAs, Tablets PC y pantallas táctiles en las plantas del hospital, para mejorar la operativa y la movilidad de nuestros profesionales”.
