Los motores de la Nueva Economía

La década que concluye ha sido un período marcado por el fenómeno de Internet y el comienzo de una auténtica revolución tecnológica con repercusión en las empresas y en la sociedad en general.

Publicado el 24 Ene 2001

A las puertas del nuevo milenio, las Tecnologías de la Información parecen consolidarse como el factor clave de éxito de las sociedades modernas. Resulta claro que la evolución de estas tecnologías va ser un elemento vital en el proceso de modernización y desarrollo de nuestro país.

Internet es un fenómeno con un desarrollo imparable. Las principales consultoras cifran en torno a cinco millones el número de usuarios de Internet en España para finales del año 2000. Y cerca de medio millón de personas son ya compradores en la red. Aun así, España todavía está por detrás de la media europea.

Una tendencia se dibuja claramente en la evolución inmediata de las tecnologías de la información. La convergencia entre los sistemas de conectividad inalámbrica e Internet. El siguiente paso en la evolución del uso de Internet es la posibilidad de acceso a información y servicios en cualquier lugar y en cualquier momento gracias a la posibilidad de conexión sin necesidad de cables, pero con las prestaciones de velocidad, seguridad y fiabilidad que el usuario obtiene con los actuales sistemas fijos.

La movilidad y la disponibilidad de la información son, pues, el siguiente reto. Por ello, el mundo de la informática va a experimentar una importantísima transformación tanto en la construcción de infraestructuras tecnológicas para desarrollar los sistemas de servicios y negocio electrónico, como en la creación de nuevos dispositivos de acceso a la información que pondrá en marcha un sorprendente proceso de innovación tecnológica.

Se trata de responder a nuevas y emergentes demandas con una nueva generación de dispositivos, basados en su mayoría en tecnología PC, que van a aportar las condiciones de movilidad, portabilidad y fiabilidad que los usuarios van a necesitar para vivir siempre en contacto con la información que necesiten cuando lo deseen.
De ahí que los proveedores, tanto de equipos como de software y servicios, estemos trabajando actualmente en el diseño de soluciones innovadoras que ya permiten cumplir el primer paso en la convergencia de Internet con el mundo sin cables. Las primeras noticias en este sentido ya se han producido y nosotros hemos formulado este año nuestra apuesta en este mercado.

Cuando a estos desarrollos de la industria informática se unan los desarrollos que, a su vez, están llevando las operadoras telefónicas y los fabricantes de terminales móviles, la industria generará una amplísima gama de dispositivos inteligentes que nos brindarán la oportunidad de tener en nuestra mano toda la información y todas las posibilidades de comunicación.

La revolución de Internet ha dado lugar a la denominada Nueva Economía, que pretende identificar bajo esta acepción todos los nuevos escenarios de mercado que se derivan del aprovechamiento de Internet por parte de las empresas.

El concepto de eBusiness va más allá de la compra y venta de bienes y servicios a través de la Web. Se refiere a todo un universo de relaciones de las empresas con sus clientes, con su red proveedores, con sus socios y con su canal de distribución, con una compleja maquinaria, que tiene que funcionar las 24 horas del día y todos los días de la semana, que no se puede parar, en un mundo en el que las distancias se reducen a un solo clic de ratón.

En este nuevo entorno, las relaciones comerciales se han convertido en un masivo intercambio de información por múltiples canales, de manera que las organizaciones necesitan una infraestructura tecnológica capaz de soportar tanto el tráfico como las transacciones y la gestión de toda la información que son capaces de recibir y generar. Las empresas que quieran liderar los diferentes mercados deberán dotarse de una infraestructura que les permita soportar con solvencia tanto el volumen como las expectativas de crecimiento de su negocio electrónico.

Para ello, los fabricantes debemos ser capaces de ofrecer esa base tecnológica -servidores de alto rendimiento, soluciones de almacenamiento en red, sistemas tolerantes a fallos…- pero también una potente línea de servicios especializados y de alta cualificación profesional, que abarquen desde el diseño y planificación de un proyecto hasta su implantación, la integración de sistemas e incluso la externalización.

Acometer proyectos de elevado componente innovador supone, por lo general, recurrir a más de un actor. De ahí que los fabricantes debamos tener la capacidad de rodearnos de otros suministradores, los mejores cada uno en su segmento. Sólo así podremos dar más valor a nuestra oferta y abarcar todas las fases y vertientes de proyectos plenamente implicados en la modernización de nuestra economía.

Las Administraciones Públicas y las empresas constituyen el motor del desarrollo económico de un país. Por ello Compaq tiene la vocación de ser el aliado tecnológico de estas compañías e instituciones, para conseguir el éxito en el nuevo entorno de la sociedad de la información y de una economía cada vez más global.

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Redacción Computing

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