IBM ha resaltado las bondades de su apuesta por aportar capacidad de proceso bajo demanda, pero esta vez tratándose de recursos para el ámbito HPC (High Performance Computing).
Así lo mostraba durante su intervención en Montpellier –centro tecnológico de IBM que alberga más de 90 clientes en outsourcing- Dave Turek, vicepresidente de Deep Computing en IBM, quien apuntaba “el acceso a los recursos instantáneo, el control de los costes y la escalabilidad” como las principales ventajas del modelo ‘on demand.
En este sentido, el responsable de IBM entiende que “la fórmula bajo demanda es responsable del 20 por ciento del negocio que se realiza en HPC; el 80 restante corresponde a la venta directa”.
Como segundo aspecto importante, Turek destacó la evolución de los sistemas HPC. Si hasta hace poco la demanda quedaba reservada a los Gobiernos e institutos de investigación, “ahora se traslada al ámbito comercial gracias a las posibilidades de escalabilidad horizontal e interna mediante los clusters Linux”.
Así, por primera vez más de la mitad de los sistemas HPC desvelados en la última lista Top500 pertenecen a industrias verticales, como geofísica, telecomunicaciones, o finanzas. IBM anunciaba recientemente el lanzamiento de sus sistemas eServer Blue Gene con carácter comercial, partiendo de un precio de 1,5 millones de dólares y con 5,7 Teraflops de potencia pico.
Paralelamente, el Gigante Azul da un impulso al HPC bajo demanda con la presentación de un ‘framework’ o set de soluciones pensado para simplificar la innovación en el sector de automoción.
Se trata de AEIF (Automotive Engineering Innovation Framework) y consiste en proporcionar herramientas de análisis y simulación a las firmas implicadas en automoción. Para ello, pueden acceder a los recursos servidor, Deep Computing, grid y de almacenamiento de IBM en Montpellier, junto al software de ISVs como MSC Software. IBM prevé extender este entorno a otros sectores como la industria aeroespacial o entidades financieras.
IBM acaba de alcanzar el record en el Top500 de máquinas para super computación gracias al modelo Blue Gene/L, que alcanza los 70,7 Teraflops y sobrepasa así a NEC en el record mundial, que ostentaba desde mediados de 2002. Para mayo de 2005, IBM prevé escalar este modelo hasta los 360 Teraflops con el Blue Gene/P.
Paralelo a esta evolución, IBM está formando una red grid entre sus centros de super computación de Nueva York, Houston y Montpellier, con el fin de ofrecer mayor capacidad bajo demanda.
En este sentido, la red paneuropea compuesta por el consorcio DEISA (Distributed European Infraestructure for Supercomputing Aplications) pretende ayudar a los investigadores europeos uniendo ocho centros de Deep Computing. Cuatro cuentan con equipos de IBM y una capacdad conjunta de 4.000 procesadores y más de 22 Teraflops.
En una segunda fase, esperan unir otros dos –uno escocés basado en equipos SGI con chips Itanium 2- y juntarse a su vez compartir también recursos con el recientemente presentado IBM MareNostrum de 40 Tflops que estará instalado en Barcelona.