España ocupa la segunda posición del ranking de hogares que utilizan la banda ancha para conectarse a Internet, con una de cada tres viviendas, puesto que comparte con Holanda, con el 35 por ciento de los hogares, y sólo superada por Francia, donde la proporción es del 40 por ciento.
Tales datos se desprenden de un estudio realizado por Nielsen/NetRatings, en el que también se pone de manifiesto que el 28 por ciento de los internautas europeos utilizan este tipo de conexiones, lo que supone un incremento del 14 por ciento con respecto a abril de 2002. Asimismo, se aprecia un incremento del 136 por ciento en el último año del número de usuarios que han optado por el acceso de alta velocidad, y sobre todo destaca el ratio del 235 por ciento registrado en el Reino Unido.
Así, de acuerdo con Tom Ewing, analista de la consultora, “estos datos demuestran que los países con mayores tasas de conexión de alta velocidad son también los que han crecido más rápidamente en términos de uso de Internet en general”.
Paralelamente, el aumento de las conexiones de alta velocidad ha supuesto un cambio en los hábitos de los internautas, además de provocar que estos se conecten durante más tiempo, con más frecuencia y naveguen por un mayor número de páginas.
Otra de las conclusiones del estudio hace referencia a que si las tasas de crecimiento actuales de conexiones de alta velocidad continúan, en marzo de 2004 habrá más de 50 millones de europeos conectados a la Red a través de alta velocidad, mientras que en Estados Unidos el número de usuarios que utilicen este tipo de conexión sólo crecerá en 3 millones.
Del mismo modo, Estados Unidos, Suecia, Suiza, Alemania, Reino Unido e Italia, son algunos de los países que también aparecen en la clasificación, aunque estas cifras se ven ensombrecidas por algún mercados como Hong Kong, donde las líneas de banda ancha figuran en ocho de cada diez hogares.
