La banca se apoya en las TIC para su transformación

El proceso de reestructuración llevado a cabo por la banca española durante los dos últimos años ha impulsado la implantación de las TIC como el camino más idóneo para conseguir una sensible mejora de la rentabilidad del negocio.

Publicado el 25 Sep 2003

El duro proceso de reestructuración llevado a cabo por las entidades financieras españolas ha servido para conceder a la tecnología uno de los papeles protagonistas en la etapa de adaptación a un mercado caracterizado por la difícil situación económica -con significativos recortes de beneficios- y por las fusiones que han marcado la trayectoria de la banca española durante el último lustro. La unificación de los diferentes sistemas de back y front office de las entidades involucradas en las fusiones se ha convertido en una auténtica prioridad, sumada a la cada vez más generalizada tendencia de considerar a la tecnología como el medio más adecuado para alcanzar la eficiencia empresarial y, por consiguiente, la mejora de la rentabilidad del negocio.

Aunque la banca siempre ha sido considerada puntera en la implantación de las TIC en España, lo cierto es que en los últimos tiempos la carrera tecnológica experimentada por este sector ha significado toda una revolución para las entidades bancarias hasta el punto de haber variado su modelo incluyendo la llegada de Internet como nuevo canal. Mientras que hace años, los sistemas tecnológicos se empleaban básicamente para labores tradicionales como automatizar datos y mejorar ciertos procesos, en la actualidad el papel estratégico asumido por las TIC convierte a la plataforma tecnológica en un medio para reducir costes, lograr la diferenciación de la competencia, diseñar ofertas personalizadas y aportar valor añadido a la relación con el cliente.

De hecho, la revolución tecnológica sufrida por la banca también ha significado un cambio trascendental en el papel que juega el director de TIC en las entidades bancarias. Mientras que antes se limitaba con cierta autonomía a la mejora de los sistemas informáticos corporativos, la transformación del modelo bancario a través de la tecnología ha derivado en un ascenso en el organigrama de los Directores de Sistemas de Información, como consecuencia de que las altas jerarquías contemplan a la tecnología como el camino más corto para acelerar la rentabilidad del negocio.

Aunque finalmente se ha diluido al ritmo que se hacía cada vez más palpable la crisis de las “puntocom”, la idea original de convertir a las banca tradicional en sucursales prácticamente virtuales ha servido para conseguir una plena concienciación del papel que ha de jugar la tecnología en el sector. Sin embargo, también es verdad que Internet ha permitido poner en liza nuevas entidades on line que, gracias a sus reducidos costes en la gestión operativa, han revolucionado las ofertas de productos y servicios bancarios en un tiempo de crisis (mejores tipos de interés, menores costes en el cobro de operaciones para los clientes, etc.), de forma que actualmente son las entidades on line las que más crecen en número de clientes.

Sin embargo, las entidades puramente virtuales se han quedado en una quimera y muchas se han visto obligadas a abrir sedes que permitan al usuario sentir de una forma más real su existencia. Para las entidades tradicionales, finalmente la banca on line ha supuesto la apertura de un nuevo canal que refuerce los habituales.

Precisamente, el despliegue de estrategias multicanal tiene que resolver aún ciertos problemas pendientes, como la falta de comunicación entre los distintos canales, reconocida por muchos directores de TIC, que también apunta la diferente educación y adaptación tecnológica de los usuarios -tanto empleados como clientes-, lo que frena la citada estrategia multicanal. Por eso, desde muchas entidades, se ha decidido finalmente por considerar Internet como un soporte al canal principal, que sigue siendo la oficina. Incluso, por el momento, hay quien reconoce, que los canales secundarios son perfectos a la hora de facilitar procesos y abaratar costes, pero que aún no se plantean como canales competitivos.

La apuesta de la banca europea por la integración de operaciones y transacciones viene de lejos. En 1987 entró en vigor la Single European Act (SEA), piedra angular de un mercado interno de bienes, personas, servicios y capitales. A partir de ahí, el camino hacia la integración y el comercio transfronterizo ha sido una constante en aras de la libertad de movimientos de capital. Recientemente, se ha adoptado la denominada Financial Services Action (FSAP), que contempla 43 medidas legislativas con la intención de alcanzar un mercado único europeo para los servicios financieros. El objetivo no es otro que conseguir a partir de 2005 un mercado financiero realmente integrado a nivel europeo.

La puesta en práctica de la nueva directiva comunitaria de Adaptación del Capital, junto con el acuerdo Basilea II para regulación bancaria, ha venido a plantear nuevos retos al sistema financiero europeo. La nueva legislación, con la mira puesta en el año 2006, supondrá la implantación de avanzadas políticas de gestión de riesgo, para las que resultará fundamental la tecnología. A este marco legislativo se han venido a sumar las operaciones de adquisición y fusión que han caracterizado el panorama del sector en el último lustro, marcado ahora por el establecimiento de auténticos conglomerados financieros.

Según un estudio elaborado por IDC, se espera que la mayor parte de la banca europea realice sus inversiones en la segunda mitad de 2004, mientras que la primera parte del año estará más dedicada a valoración y planificación de sus estrategias de TI. La primera prioridad del sector será la gestión de riesgos de crédito, percibido como un asunto crucial, que repercute en el riesgo operativo.

Desde un punto más tecnológico, la consultora considera que las principales demandas de TI pasan por los sistemas de gestión de datos, aplicaciones de gestión de riesgo operativo y de crédito, además de aplicaciones de generación de informes vitales a la hora de cumplir con la nueva regulación. Pero además, los bancos también invertirán en soluciones de detección de fraude, gestión documental y de workflow, e integración de aplicaciones, seguridad y continuidad del negocio.

En España, aunque el informe apunta a un mejor comportamiento de las entidades financieras ante la recesión económica, tampoco se libran de la implantación masiva de herramientas de TIC que permitan mejorar sus procesos hasta el punto de que IDC considera que el crecimiento de la inversión tecnológica es mayor en España que en el resto de Europa. La reestructuración y consolidación de su negocio, la gestión de sus gamas de productos y servicios, la expansión internacional y la búsqueda de nuevas oportunidades en el mercado de capitales serán las prioridades de las entidades bancarias.

Aunque el informe de IDC apunta a la recuperación de la inversión en TI a partir de 2004, lo cierto es que los proveedores de tecnología deberán estar atentos si quieren aprovechar las oportunidades de negocio que se les presenten. Así, se destaca que la mejora de la eficiencia continuará siendo el principal objetivo en la implantación de las TIC, a lo que hay que sumar una tendencia generalizada hacia el outsourcing en las grandes entidades lo que les ha de permitir ganar flexibilidad en los distintos departamentos.

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Redacción Computing

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