A pesar de que Telefónica Móviles ha liquidado algunas de sus licencias de UMTS en algunos países europeos, tales como Austria, la compañía no se ha fijado un plazo límite para hacer lo mismo en los lugares donde todavía las conserva (Italia, Suiza y Alemania).
La razón de que esto sea así no es otra que la de maximizar el valor de tales licencias, puesto que pretende recuperar parte de los 6.400 millones de euros invertidos en su adquisición durante 2000, para lo que intenta bien la venta de las empresas o bien la cesión del espectro radioeléctrico.
No obstante, esta decisión depende de los cambios de regulación de cada país, hecho que propició el acuerdo con Mobilkom Austria para la venta de 3G Mobile Telecommunications, la filial de Telefónica Móviles en Austria. Lo mismo ocurre con Italia, donde la legislación también admite la cesión del espectro, de modo que la licencia de Ipse 2000, consorcio liderado por Telefónica, podría pasar a manos de Tim, filial de móvil de Telecom Italia, u Omnitel, ambas propietarias de licencias UMTS que ya han mostrado su interés por hacerse con ésta. Mientras, la normativa suiza no permite aún la anterior alternativa.
Por otra parte está el caso de Alemania, donde el regulador podría retirar la licencia, dado que Quam, la sociedad conjunta de Telefónica con la finlandesa Sonera, no ha cumplido con las condiciones fijadas en la licencia, que obliga a una cobertura del 25 por ciento de la población.
En cualquier caso, la andadura europea de Telefónica en telefonía 3G se saldó con unas provisiones de reestructuración del negocio en Alemania, Austria, Suiza e Italia de 5.049 millones de euros en las cuentas de 2002, cantidad que produjo a unas pérdidas de 3.724 millones de euros en dicho ejercicio.
