La banda ancha pierde velocidad

A España se le puede estar escapando la oportunidad histórica de situarse a la vanguardia tecnológica. Esta vez se podrían desaprovechar las posibilidades del ADSL.

Publicado el 27 May 2005

Sombras tras el inicial destello luminoso es lo que parece constatar un informe realizado por Forrester Research sobre el mercado español de banda ancha, en el que se pone de manifiesto que al proceso de crecimiento experimentado años atrás se le ha comenzado a agotar la gasolina.

Si a finales de 2004 la penetración de la banda ancha en los hogares españoles se situaba en el 22 por ciento, las previsiones que maneja Forrester Research rebajan el ritmo de crecimiento hasta cifrar en el 38 por ciento de penetración en hogares para 2010. La principal razón que argumenta Forrester para justificar la ralentización de la banda ancha en España se encuentra en la baja penetración de PCs, que a su vez deriva en la escasa conexión a Internet en términos globales.

La buena marcha de la banda ancha en los últimos tres años (202 y 64 por ciento en 2003 y 2004, respectivamente) ha llevado a poner a España en una situación privilegiada frente a otros países europeos hasta el punto de situarse dos puntos porcentuales por encima de la media europea (22 frente a 20 por ciento). Pero la desventaja con Europa en cuanto a la difusión de Internet tanto banda ancha como estrecha- pesa como una auténtica losa ya que la media española es de un 31 por ciento frente al 51 por ciento del promedio del Viejo Continente.

Aunque aún evoluciona a un ritmo considerable, las líneas ADSL de marzo de Telefónica crecieron en 95.681, 11.722 menos que en febrero. El aspecto positivo es el crecimiento de los bucles desagregados de la operadora dominante líneas que no son alquiladas a Telefónica sino gestionadas extremo a extremos por las compañías alternativas-, que en marzo alcanzaron 44.363, 27.233 más que 30 días antes.

El informe incide también en los elevados precios de los servicios de banda ancha en España, un aspecto que ha perdido fuerza en las últimas fechas gracias a las múltiples ofertas que han surgido, integrando además el servicio con llamadas de voz. Aun así, Forrester apunta que, en términos relativos, los precios del ADSL español son un 173 por ciento más caros que la conexión de banda estrecha, cuando la media europea oscila en el 75 por ciento. Para la Asociación de Internautas el origen del problema de precios se encuentra en la “regulación española que vincula los precios minoristas a la oferta mayorista de Telefónica al resto de operadores, que les da un margen comercial mínimo del 60 por ciento”.

Superada la fase de adopción masiva de la tecnología lo que los anglosajones denominan early adopters-, la tendencia estará marcada por la desaceleración del crecimiento a pesar de que, como explica Lars Godell, analista de Telecomunicaciones de Forrester Research, “Telefónica está intentando estimular la penetración de los PCs ligada a la conexión de banda ancha. Pero España continuará retrasada a lo largo de toda la década a pesar de esos esfuerzos. De hecho, para 2010 el 48 por ciento de los hogares estará on line frente al 62 por ciento de media en Europa Occidental”.

Otro hándicap que la Asociación de Internautas identifica es la escasez de cobertura de banda ancha, un capítulo más de la España de dos velocidades. Limitado prácticamente a zonas urbanas, que acaparan el 80 por ciento de las conexiones, el ADSL se concentra el 50 por ciento de las líneas en Madrid y Barcelona. Incluso, en algunos barrios el abanico de oferta se abre a ADSL, cable módem, Wi-Fi e incluso PLC frente a cuatro millones de abonados telefónicos que no disponen de ninguna alternativa.

Forrester Research también revela que la elevada fragmentación del mercado ha permitido que Telefónica conserve su posición dominante, con el 55 por ciento del mercado de retail. Eso sí, con la salvedad de que es ahora cuando competidores como Jazztel, France Telecom por medio de Wanadoo- o Deutsche Telekom con Ya.com- han comenzado a realizar ofensivas con carácter ganador. Además, los operadores alternativos cuentan con la ventaja que supone poder ofertar servicios conjuntos de acceso de banda ancha y telefonía, aspecto donde Telefónica tiene las manos atadas. Para contrarrestar la ofensiva, Telefónica tiene previsto gastar 9.000 millones de euros en banda ancha fija y móvil en los próximos tres años.

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Redacción Computing

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