Y no sólo los medios de transporte en sí, sino todo ese engranaje, a menudo invisible, que se pone en funcionamiento desde que el viajero decide reservar un vuelo o un hotel.
De la tecnología dependen las formas de distribución, la gestión del inventario y el trabajo de aerolíneas, hoteles, o agencias de viajes. Gracias a ella, ha mejorado la capacidad de distribuir su oferta a través de los sistemas empleados por las agencias para gestionar las reservas. La tecnología automatiza las tareas, aumenta la productividad y reduce costes, y ha hecho que el viajero —con acceso sencillo y directo a la información de su reserva— mejore su experiencia.
Pero, en 15 años de desarrollo, quizás uno de los aspectos más llamativos ha sido el “viaje” que ha realizado la propia tecnología: de los grandes mainframes o sistemas propietarios que se conectaban mediante redes privadas a terminales “tontos”, a un contexto en el que la “inteligencia” se desplaza a la periferia. Un viaje “de ida y vuelta”, podríamos decir, en el que cobran nuevamente protagonismo los sistemas centrales.
Lejanos parecen aquellos tiempos en los que Amadeus, proveedor de tecnología para la industria del viaje, conectaba los ordenadores de las agencias con grandes mainframes mediante una red X.25 con velocidades de 2400 bps o 9600 bps. Sin embargo, no hace tanto que la llegada de los PCs y las redes IP hizo que parte de la “inteligencia” se fuera desplazando al puesto de trabajo de usuario.
Internet estaba aún lejos de los hogares y de la mayoría de las empresas españolas. Pero Amadeus ya acometía la migración de sus comunicaciones a una red IP basada en RDSI, con anchos de banda de 64Kb o 128Kb. Esto permitía aunar en un solo equipo varias aplicaciones con acceso a distintos tipos de sistemas, y plantear arquitecturas cliente-servidor en las que Amadeus comienza a cambiar las tradicionales emulaciones 3270.
Ya con Internet en pleno despliegue, la carrera tecnológica prosigue. Los sistemas propietarios comienzan a ceder parte de su reinado y sus consumidores se mueven hacia sistemas más abiertos que permiten mantener su competitividad. Las redes —ya puramente IP— tienden a la convergencia de voz y datos y Amadeus lo facilita cuando, una vez desplegado el ADSL como tecnología de acceso al sistema, migra a un core de red basado en MPLS. Desde el punto de vista del usuario, las aplicaciones de Amadeus cambian de un acceso más o menos transaccional a gráfico y corriendo en entorno web. También se lanza el primer abanico de soluciones de e-commerce.
Actualmente, las tecnologías 3G permiten el acceso wireless como una forma más del acceso a la red corporativa, y se utiliza como backup de las agencias de viajes a las que Amadeus ofrece servicios profesionales de comunicaciones. Se vuelve a trasladar la inteligencia hacia los sistemas centrales con las nuevas soluciones de cloud computing, las aplicaciones que se ponen en los puestos de trabajo son puramente web, y el portfolio de soluciones para el mundo e-commerce que ofrece Amadeus se desplaza hacia tecnologías basadas en webservice.
El resultado es un sector del viaje renovado del que Amadeus ha sido partícipe, con la integración de los productos de viaje en una única plataforma de venta para las 8.000 agencias de viaje del país, la introducción de potentes motores de búsqueda de tarifas y reservas para las agencias online, la implantación del billete electrónico, los sistemas comunitarios de distribución y de gestión integral del pasaje para aerolíneas; así como un abanico de soluciones que han permitido la integración de las aplicaciones móviles y sobre las que se asientan comunidades 2.0, metabuscadores…
Pero esto sólo es el principio. Sabemos que la tecnología seguirá marcando la evolución del sector del viaje y Amadeus será actor fundamental. Igual que Computing, estamos seguros, seguirá siendo testigo. Enhorabuena por estos 15 años.
