El buen gobierno corporativo es vital para la viabilidad del negocio. Una falta de confianza en el gobierno corporativo y en la gestión en los últimos 10 años ha dado lugar a una mayor regulación en los EEUU y a nuevas iniciativas de regulación en Europa y en otros países desarrollados, por lo que debe considerarse el buen gobierno corporativo como obligatorio.
Con la reciente crisis financiera, el gobierno corporativo ha vuelto a recibir una atención especial. Se basa en aspectos que articulan la necesidad de una gestión eficaz de los activos de la empresa, de supervisar los factores de riesgo, las responsabilidades del consejo y la actuación en pro de los intereses de los accionistas; todo ello bajo un estrecho escrutinio.
Parece que los inversores están dispuestos a pagar una prima por aquellas empresas que tienen un gobierno efectivo. La gestión TI, considerada como el guardián de los principales activos de TI corporativos, a menudo se esfuerza por aplicar una gestión efectiva de TI alineada con las metas de gobierno corporativo. El gobierno corporativo proporciona la estructura para determinar los objetivos de la organización y la asignación de la autoridad para el seguimiento del desempeño, y que asegure que esos objetivos sean alcanzados.
A pesar de varios principios de cómo influye el gobierno corporativo de TI, hay dos donde esta influencia es considerable:
• La divulgación y la transparencia -se refiere a la información financiera y operativa de la organización y los factores de riesgo previsibles-.
• La responsabilidad del consejo de administración -se trata de garantizar la orientación estratégica de la organización, la supervisión efectiva y la responsabilidad de los accionistas-.
Aunque el grado de responsabilidad varía de país a país, se espera que los comités de dirección actúen en el mejor interés de los accionistas, para aprobar la estrategia, para supervisar la gestión, para tomar decisiones clave y aprobar los sistemas de supervisión de riesgos y control interno.
El gasto de capital en los activos de TI puede llegar a ser el 50 por ciento del gasto total de capital en algunas organizaciones. Sin embargo, cuando se trata de la gestión de los activos, pocos consejos entienden lo mucho que sus organizaciones se basan en TI para las operaciones continuas y los activos de información que residen en numerosas aplicaciones de su infraestructura. No muchos perciben el papel que desempeñan las TI en la elaboración de su estrategia de negocio. Muchas decisiones empresariales se basan en la información contenida en estos activos. Todo ello no les exime de la responsabilidad de garantizar que las TI están gobernadas adecuadamente. Gestionar tecnologías El gobierno de TI no es sólo la gestión de las tecnologías, sino que se refiere a cómo las organizaciones deben garantizar que los activos de TI ofrezcan un valor empresarial y cuyo rendimiento se pueda medir y se mitiguen los riesgos. Al igual que con todos los modelos de gobierno, no hay una receta única para todas las soluciones. El gobierno de TI debe ser un proceso coherente, alineado con el negocio, compatible con el estilo de toma de decisiones y la gestión de la cultura y percibido por el negocio por su aportación de valor.
Con demasiada frecuencia, el gobierno de TI ha estado bajo la supervisión del CIO sin contar con la dirección, que tiene la responsabilidad de comprender los riesgos inherentes y la importancia estratégica de las tecnologías. Creo firmemente que los Consejos deben estar más involucrados en el gobierno de TI con objeto de garantizar que sus organizaciones serán capaces de sostener las operaciones e implementar estrategias coherentes de futuro. También pienso que los profesionales de TI necesitan formarse en los principios de gobierno corporativo en un esfuerzo por trabajar más estrechamente con el negocio e implementar el gobierno TI de una manera compatible con los principios de gobierno corporativo.
El modelo de Gobierno TI de la demanda/suministro, de acuerdo a Gartner, establece claramente que el gobierno de TI es un objetivo de negocio, no sólo una meta en Tecnologías de la Información. Así, el gobierno TI se define cómo hacer frente a dos áreas principales: la gobernanza de la demanda (decidir la tecnología) y la gobernanza de la oferta (para decidir cómo se debe hacer lo que hace). El gobierno de la demanda es un proceso de supervisión y toma de decisiones de la inversión de gestión y es originalmente responsabilidad del negocio. La gestión de la oferta es normalmente responsabilidad del CIO y se convierte en el mecanismo que garantiza el cumplimiento de políticas corporativas, tales como las que abordan el cumplimiento normativo de seguridad, y las adquisiciones.
Al hablar con los clientes, veo la frontera entre el negocio y las TI cada vez más borrosa. Observo tareas TI que se realizan en el negocio y viceversa. Sin embargo, cuando se trata de gobierno de TI, percibo que a menudo se delega erróneamente en el CIO, en gran parte debido a la percepción de que todo lo que tenga que ver con las TI debe ser manejado por el CIO. Como resultado, la gobernanza se ha convertido en un término que se ha usado en exceso y mal entendido. Por ello, los líderes de TI deben comprender que el gobierno de TI sólo es eficaz cuando es impulsado por el gobierno corporativo y se define como un proceso coherente mediante el uso de cinco pasos: estrategia, planificación, implementación, gestión y control.
El gobierno de TI debe integrar todas las estructuras de gobernanza de TI a través de la identificación de los puntos de contacto adecuados y con los documentos pertinentes y los resultados de otras estructuras. A pesar de que la gobernanza de la oferta implica mucha más responsabilidad para el CIO que la gobernanza de la demanda, es de vital importancia que la gobernanza de la oferta de TI secunde las políticas de gestión empresarial dirigidas a garantizar que la Junta cumpla con sus responsabilidades ante los accionistas.
