La ENISA cuestiona la resiliencia de Internet

Resulta prioritario garantizar el funcionamiento de Internet que, a pesar de su elevado nivel de resiliencia, registra vulnerabilidades potencialmente peligrosas. Así lo pone de manifiesto el informe Resilience of the Internet Interconnection Ecosystem de la Agencia Europea de Seguridad de Redes y de Sistemas de Información (ENISA) y según el cual la primera vulnerabilidad de Internet reside en la posibilidad de “fallos técnicos simultáneos”, es decir, una disrupción de sistemas que se produzca al mismo tiempo y en diferentes lugares como resultado, por ejemplo, de un fallo en el suministro de electricidad. El informe de ENISA cuestiona, en segundo lugar, la viabilidad del actual modelo de negocio de Internet, donde la predominancia de lo ‘gratis’ supone pérdidas para muchos operadores, de forma que no está clara la forma en que pondrán financiarse futuras inversiones de capital. En tercer lugar y paradójicamente, ENISA identifica también como una vulnerabilidad las actuaciones que pueden realizar los proveedores de Internet para elevar los niveles de resiliencia de la red no sólo les beneficiaran a sí mismos, sino también a sus competidores. La ENISA identifica como cuarto factor de vulnerabilidad la escasa información fiable existente sobre el tamaño y la forma de la infraestructura de Internet y de su operación diaria, una realidad que complica los esfuerzos para evaluar su resiliencia. Así y teniendo en cuenta la enorme dependencia que actualmente tenemos de Internet, la ENISA alerta del potencial impacto global de un fallo. “Un fallo sistemático de Internet podría causar problemas muy importantes en diferentes sectores, incluyendo la energía, los transportes, las finanzas, la sanidad, etc.”, advierte el informe, que no pasa por alto la amenaza que representa para el bienestar económico y social las restricciones intencionadas y unilaterales en el acceso a Internet. El director ejecutivo de ENISA, Udo Helmbrecht, “la estabilidad de Internet es crítica para la economía de las sociedades modernas, de forma que debemos evaluar si actualmente contamos con los necesarios mecanismos de resiliencia para afrontar de forma efectiva futuras crisis”.