La externalización de las Tecnologías de la Información es un hecho asumido por las grandes compañías como estrategia para reducir costes, simplificar su esquema operativo y centrarse en el llamado core de su negocio. La permanente evolución de la tecnología, la necesidad de centrarse en la innovación como ventaja competitiva y los cada vez más exigentes proyectos que requieren un time to market acelerado constituyen algunas de las principales razones que llevan a las compañías a confiar sus sistemas y la gestión de los mismos a proveedores TI. La crisis, con la reducción de los presupuestos como telón de fondo, ha agudizado un proceso irreversible, en el que el suministrador se convierte un socio estratégico y vital para la propia superviciencia de la empresa.
Este hecho cambia las reglas del juego. Así lo describe Antonio Crespo, director general de Quint Wellington: “tradicionalmente, la relación del CIO hacia el proveedor de servicios era casi siempre de carácter transaccional, muy enfocada al ciclo de venta, y poco orientada a la evaluación de la calidad en la entrega, que solamente sucedía cuando existía algún problema que requería atención inmediata por parte de los diferentes responsables“. Incluso en ocasiones, el CIO no participaba en dichas decisiones, cuando la naturaleza del servicio prestado estaba orientada a la provisión de horas hombre, y no tanto a la externalización propiamente dicha. Con la evolución hacia un entorno de outsourcing,
Crespo indica que “la relación del CIO con el proveedor adquiere más el carácter de partnership, o en su traducción más ajustada, de socio de negocio, ya que existe un compromiso común“ hacia el usuario del servicio y cliente interno del CIO, que es el propio departamento de negocio. En su opinión, las relaciones de outsourcing sólo pueden llegar a funcionar cuando se establece este compromiso mutuo, y se lleva a la práctica en el día a día, dejando de lado la relación oportunista basada en un problema, y orientándose más hacia una relación de confianza de carácter más largoplacista.