“En las AAPP se trata de buscar máxima calidad y eficiencia”

Al frente desde 2008 de la Dirección de Sistemas de Información Sanitaria de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Zaida Sampedro entiende que el responsable TIC juega un papel clave en la Administración y ha de ser capaz de alinearse con la estrategia de la organización, contribuyendo a la optimización de las operaciones y el incremento de la eficiencia.

Publicado el 29 Nov 2011

¿Qué papel juegan los responsables TIC en la Administración y qué nuevos desafíos está impulsando el desarrollo de la Administración Electrónica?
Los responsables TIC, al igual que en otros sectores de actividad, juegan un papel relevante en la medida en que pueden contribuir desde sus áreas de competencia a la modernización y transformación en el ámbito de la Administración Pública, con el fin de que sea más eficiente y que preste los servicios públicos al ciudadano con la calidad que éste demanda. En este sentido, cabe destacar que las TIC contribuyen a hacer una Administración más cercana y accesible a los ciudadanos; la posibilidad de realizar trámites 24×7 a través de canales alternativos al presencial es uno de los logros que ha supuesto el desarrollo de la Administración Electrónica, así como la simplificación de dichos trámites gracias a la implementación de nuevas formas de trabajo. La simplificación de trámites y el ahorro en tiempo y dinero son factores fundamentales que están llevando gradualmente a un mayor bienestar ciudadano, una mejor relación con las administraciones y principalmente a una mayor transparencia; sin embargo, aún hay importantes desafíos, principalmente en la necesaria transformación de los procesos, para sacar el máximo partido a la puesta en marcha de estos avances tecnológicos. En la Administración, cada vez con mayor énfasis, se trata de buscar la máxima rentabilidad de las inversiones que se realizan. En el caso de las TIC esta rentabilidad puede venir dada por el incremento de la calidad de los servicios prestados y/o por conseguir eficiencias gracias a la aplicación de las TIC en determinados procesos y servicios, así como en la gestión de las infraestructuras y servicios TIC. Ante la coyuntura económica en la que nos encontramos, es necesario focalizarnos aún más en la búsqueda de esa rentabilidad, es decir, que con el mismo presupuesto hay que tratar de hacer más, o lo mismo con menor presupuesto.
Puesto que esto no siempre es posible y en cualquier caso no es fácil, nos vemos obligados a priorizar aquellas iniciativas que aporten un ahorro en la organización, bien en términos directos a las partidas presupuestarias TIC y/o en otras áreas que gracias al uso intensivo de las TIC puedan ser más eficientes. Las prioridades en materia presupuestaria vienen dadas por la aplicación de recursos a aquellas actuaciones que garanticen la operatividad de los sistemas y por tanto la continuidad de los servicios que dependen de las TIC, primando aquellas que se orienten a reducir costes de administración y mantenimiento sin poner en riesgo la calidad; por ejemplo, consolidación de infraestructuras, virtualización, centralización de servicios, etc. En el presupuesto en curso el reparto en función de que sea gasto o inversión viene siendo aproximadamente 85%-15%. Bien es cierto que en años anteriores se había dedicado una partida sustancial a inversiones fruto de las cuales se ha conseguido un importante incremento en el despliegue de soluciones TIC orientadas tanto a los profesionales como a los ciudadanos. En los últimos tiempos las organizaciones sanitarias y en particular el Servicio Madrileño de Salud, han hecho una apuesta importante por modernizar su red asistencial, incluyendo la dotación de infraestructuras y sistemas de información como parte de su estrategia de mejora.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer y habrá que seguir haciendo inversiones. Ahora bien, considerando las limitaciones presupuestarias actuales, tendremos que trabajar para encontrar fórmulas imaginativas, gracias a la colaboración con las empresas del sector TIC, que permitan conseguir la financiación necesaria, planteando proyectos autofinanciables gracias al ahorro que se consiga de la aplicación de las TIC en otras áreas de la organización. El pago de estas inversiones deberá realizarse en base a la obtención de resultados y tendremos que compartir riesgos y realizar pagos en función del éxito de la puesta en marcha de nuevos proyectos.
En cuanto al reparto ideal, lo más acertado sería decir que debiera ser el que se precise en cada momento y el que se pueda asumir por cada organización atendiendo al punto de partida en que ésta se encuentre, a los retos que tenga que asumir y a la estrategia global por encima del ámbito TIC. Y esto último es especialmente relevante porque hay iniciativas que las organizaciones se plantean abordar y que, en el momento actual, es impensable ponerlas en marcha sin contar con la ayuda de las TIC: la puesta en marcha de la Libre Elección de médico, enfermero y centro, la implementación de la Factura Sanitaria Informativa o la prescripción por principio activo, son algunos de los ejemplos recientes que el Servicio Madrileño de Salud no hubiese podido aplicar sin las TIC. Más allá de la formación y experiencia en las TIC, es fundamental contar con conocimientos y experiencia en el ámbito de la gestión. Entender las necesidades de la organización, la proactividad a la hora de realizar propuestas para poner en marcha nuevas iniciativas y/o abordar procesos de transformación gracias al uso de las TIC, junto con la capacidad de liderar cambios y las habilidades de comunicación y negociación, que contribuyan a mejorar la coordinación de las distintas unidades organizativas, son algunos de los factores clave de éxito del rol de este perfil que cada vez más se considera clave. El responsable TIC está evolucionando a una posición más próxima de los decisores clave en la organización. Para cumplir los compromisos adquiridos por los distintos gobiernos frente a los ciudadanos, y adaptarse a leyes y decretos que regulan las actuaciones y servicios de la Administración, es preciso en muchos casos el uso intensivo de las TIC.
Por ello es importante que el responsable TIC sea capaz de alinearse con la estrategia de la organización, contribuyendo a la optimización de las operaciones y las TIC para incrementar la eficiencia, colaborando para que exista una mayor integración con los procesos; de forma especial debe destacar su aportación en materia de innovación, además de la adecuada gestión de proveedores y de las áreas clientes a quien destina su actividad.
Debe adaptarse por tanto a los nuevos tiempos, ser flexible y evolucionar en materia de gestión y no sólo contar con una formación y aportación estrictamente tecnológicas. Las clasificaría en dos ámbitos: aquellas que están contribuyendo a mejorar la eficiencia en la gestión y operación de las infraestructuras TIC, me refiero a las que están generando ahorros de energía, de almacenamiento gracias a la compartición de recursos, a una mayor escalabilidad de los sistemas y a incrementar los niveles de seguridad, con una optimización de costes y otras que están aportando valor directamente a la relación entre los profesionales y éstos con los ciudadanos.
En este apartado, destacar la web 2.0 y las plataformas de tele-consulta y de atención a pacientes. Todo ello está cambiando y va a cambiar más la forma de trabajo de los profesionales y la relación médico-paciente.
Están orientadas a la compartición de información, al acceso a la misma desde cualquier punto, a facilitar no sólo la actividad asistencial sino las actividades de investigación y docencia. Tecnologías que permitan el análisis y explotación de datos, la simulación, predicción, la integración con equipos de electromedicina, etc.
La multicanalidad, los entornos virtuales y las tecnologías propias que faciliten la comunicación entre los distintos agentes están revolucionando ya la operativa de los servicios sanitarios.

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Redacción

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