Hay siglas y siglas, las que ofenden como PIGS (Portugal, Italy, Greece & Spain) o las que dan prestancia, que suelen ser las más de las veces. En los directivos de nivel intermedio y, especialmente, los de la Administración Pública, los cargos se pierden en retahílas interminables con palabras altisonantes, que no caben en una tarjeta de visita. Pero en vez de sentirse tan ufanos y orgullosos de sus títulos, deberían aspirar a la síntesis, hoy por hoy, sinónimo de poder. Pues, a lo más que un directivo puede aspirar es a CEO (Chief Executive Officer) o Presidente, que se pronuncian del tirón, y sí marcan tendencia.
En el caso del responsable TI, CIO ha venido a atajar los circunloquios funcionales a veces mareantes. Pero abramos nuestro diccionario de acrónimos, aquí hay para todos. El CIO se las tiene que ver diariamente con el CMO, el CTO, el CFO, el CISO, etc., responsables de áreas de la empresa que más que colaboradores se ven como rivales, a la hora de decidir el uso de las Tecnologías de la Información, e incluso con autonomía para realizar las adquisiciones sin la aquiescencia del responsable TI. Al CIO le salen por doquier competidores de tres iniciales, que amenazan con arrinconarlo si no se pone en guardia. Gartner acaba de sacarse de la manga otros Chiefs que algún día le pueden quitar el sueño.
Esta consultora tan influyente apunta nuevos puntos de fricción para el próximo año. En 2014 aflorarán los roles de Chief Data Officer y Chief Digital Officer (que comparten iniciales y que amenazan con alborotar el patio). El próximo año, más del 10% de las organizaciones de gobierno contarán con un Chief Data Officer y en torno a un 20% habrán designado un Chief Digital Officer. Palabra de Gartner, que asegura que estas nuevas funciones coexistirán con las más tradicionales de CIO y Chief Technology Officer (CTO), al menos en el corto plazo, por lo que se necesitará una estrecha relación entre los nuevos y viejos roles. Pero Gartner no se muestra muy optimista en el largo plazo, la superposición y la falta de distinción de responsabilidades obligarán a replantear competencias, y tal vez rueden cabezas. Es la guerra… por las siglas de las siglas.
