Las aplicaciones móviles son las grandes protagonistas del momento debido a la funcionalidad que aportan y a que copan el espacio natural en un entorno multidispositivo como el actual. Son las que tiran del carro tecnológico. Empresas de cualquier sector las desarrollan con el fin de aproximarse a sus clientes y ofrecer una extensión de su negocio, mejorando su propia eficiencia interna y abriendo al mercado una innovación que enriquece la experiencia de los usuarios.
Este es el argumento idílico, pero detrás de las aplicaciones móviles debe haber una metodología de requisitos y una estrategia de diseño que permita construirlas con la calidad necesaria para que no se conviertan en un elemento contraproducente para las empresas que las desarrollan y utilizan. Estas son algunas de las ideas vertidas durante el encuentro celebrado por Computing en torno a la calidad de las aplicaciones móviles en el que ha colaborado la compañía MTP, experta en esta materia.
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