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El CIO debe ser digital’. Este puede ser el título de un variado elenco de mensajes y consejos que circulan como torrentes entre los mentideros de consultoras y analistas. Comentan que si no fuera así, este directivo podría quedar apartado de las estrategias de negocio de las organizaciones que representan. En este runrún se le encomienda además que se convierta en un auténtico líder capaz de gestionar las iniciativas digitales toda vez que se deben ‘digitalizar’ los procesos para crear nuevas oportunidades. Y lo que subyace de este discurso parece obedecer a un interés por controlar el estatus tecnológico. Con el auge de los Social Media al responsable de Tecnología se le quiere ningunear e, incluso, hay quien vaticina que se le irán abriendo las puertas de salida. Es evidente que el director TIC debe adaptarse a las nuevas corrientes digitales y transformar sus departamentos, pero hablamos de profesionales que han sabido evolucionar hasta ahora. El CIO ha cambiado con el paso de los años y ha asumido un papel diferente como gestor de negocio para dejar de ser sólo un administrador de TI, y ha sabido alcanzar el éxito como brazo continuista de la estrategia de la organización. Conviene recordar que se ha temido por su estabilidad y su futuro ante el impacto de la externalización, supuestamente al perder protagonismo dentro de la empresa; el cloud computing era otra tendencia que actuaría como lápida definitiva y mucho antes se pensó que Internet y el eBusiness quitarían de en medio al CIO. Lo que ha variado es que la llegada de nuevos modelos tecnológicos ha modificado su rol y quizás, eso sí, ha desplazando el foco de la tecnología a la estrategia de negocio y a la innovación. Por eso, poner etiquetas continuamente busca más el titular y el marketing que la realidad en el quehacer diario de los órganos TIC de decisión. No quiero decir con todo esto que la era digital no esté para quedarse, la evolución digital es un hecho y hay que facilitar su llegada, y ¿por qué no?, supervisada desde las TIC, protagonistas en la toma de decisiones y partners del negocio. Sin embargo, hay demasiada palabrería que vaticina lo contrario. Tendremos que esperar para observar la huella que deja en las compañías la llegada del Chief Digital Officer (CDO), a quien algunos esperan como el Mesías para conducir la caravana digital.