A este cóctel hay que añadir la educación del usuario, la cultura corporativa y las políticas de protección, que por desgracia no siempre están a la altura de los requerimientos actuales. El ritmo de producción de archivos maliciosos es tal, que la proactividad ya no es suficiente; es perentorio poner en marcha mecanismos de defensa más efectivos.
Es inútil y contraproducente que cada empresa haga la guerra por su cuenta. Hay que compartir información y experiencias de protección, a partir de las cuales establecer estrategias de carácter global para poder abordar este serio problema que crece como una bola de nieve, y cuyo peligro se agiganta a medida que las organizaciones se van digitalizando. Este es el balance de propuestas lanzadas por un grupo nutrido de CISO (Chief Information Security Officer) de grandes compañías españolas y de la Administración Pública que asistieron al evento de Computing en torno a la seguridad, y que contó con la participación de Kaspersky, Panda Security y Symantec.
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