Comunicaciones, Movilidad e Internet asientan el progreso

José María Tavera, Group CIO de Acciona.

Publicado el 24 Jun 2015

José María Tavera, CIO de Acciona

A veces me parece difícil de creer, pero lo cierto es que a principios de 1995, hace apenas 20 años, no había servicios de comunicación móvil basados en GSM. Aquellos que se conocían como de segunda generación, continuación de los servicios móviles analógicos de Moviline de limitadas prestaciones y cuyo precio estaba sólo al alcance de muy pocos. Ese año empezaron a operar en España Movistar y Airtel, que algún tiempo después sería adquirida por Vodafone.

Es decir, no había mensajes cortos, ni whatsapp, ni fotos y vídeos viajando de un lado a otro, ni acceso a aplicaciones, ni nadie hablaba de teléfonos inteligentes (‘smartphones’); y, por supuesto, nadie utilizaba ese tipo de dispositivos en su actividad profesional diaria.

Pero no sería razonable pensar que el teléfono móvil ha conseguido su espectacular nivel de desarrollo en 20 años por sí mismo. Ha sido el tremendo avance del conjunto de diferentes componentes de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones el que ha permitido que todos nosotros, hoy en día, prácticamente no seamos capaces de desarrollar nuestra actividad cotidiana sin un teléfono móvil en nuestro bolsillo.

En esos mismos años en que Airtel y Movistar iniciaban su competencia en los servicios de comunicaciones móviles de segunda generación, el desarrollo de Internet era aún limitado, aunque estaba ya cercana la famosa burbuja de las ‘punto.com’ de finales del siglo pasado.

También en aquellas fechas se hablaba de ‘IT Utility’ pero no se concretaba realmente en una provisión real de servicios remotos de capacidad de proceso y almacenamiento, la famosa ‘cloud’ de nuestros días; el desarrollo de aplicaciones ponía foco en el ámbito tradicional, y además el señor Nicholas Carr lanzaba aquel famoso ‘IT doesn’t matter’, que parecía hacer dudar sobre la utilidad real de las Tecnologías de la Información.

Creo que pocas personas en aquel entorno temporal hubieran podido vislumbrar la situación del desarrollo tecnológico en nuestros días. Las capacidades de las redes de comunicaciones han aumentado y las posibilidades de acceso a las mismas se han multiplicado exponencialmente; ya no sólo se accede mediante un ordenador personal. Ahora los dispositivos móviles de todo tipo (‘smartphones’, ‘tablets’,..) lo permiten.

Las capacidades de almacenamiento y proceso se han multiplicado de igual manera; y precisamente por la mejora de las redes de comunicaciones es posible utilizar dichas capacidades de forma remota, y hacer realidad el concepto de ‘cloud’ de servicios tecnológicos.

A todo lo anterior hay que añadir el incontable número de aplicaciones desarrolladas para los nuevos entornos de movilidad, y entre ellas todas, aquellas que han permitido establecer y llevar a límites insospechados el concepto de red social, e interactuación remota entre las personas.

Todo ello ha permitido establecer un entorno digital en nuestra actividad personal y profesional, que era muy difícil de predecir, pero del que hemos sido testigos y partícipes activos durante estos 20 años; lo que ha sido, sin duda, una experiencia extraordinaria, y de la que, personalmente, me hace sentir muy afortunado y orgulloso. Siento que las posibilidades de futuro son aún inmensas, y me considero incapaz de imaginar la realidad tecnológica de dentro de 20 años, porque estoy seguro de que irá más allá de lo que hoy pueda imaginar.

En cualquier caso, tampoco entonces, como hoy, habrá ninguna duda de que las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones “realmente importan” y son un elemento clave de nuestra actividad profesional y de nuestro entorno personal.

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Redacción Computing

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